jueves, diciembre 04, 2014

Libre Pensamiento, nº 80

Ya está en la calle el número 80 de la revista libertaria Libre Pensamiento correspondiente a Otoño de 2014, con el siguiente sumario:

- Editorial. Actuar a golpe de encuestas.

Dossier: Nuevos derechos, para nuevas situaciones.
- Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión (TTIP): utopía de las corporaciones multinacionales, distopía de las y los trabajadores y la ciudadanía. José Anastasio Urra
- Cómo desmantelar el Estado social y democrático de Derecho en sólo diez pasos. María Eugenia R. Palop
- El derecho humano al agua y el reto de la gestión pública participativa. Pedro Arrojo
- ¿Estamos hechos para vivir en común? Paco Puche
- Austeridad y mecanismos de protección de derechos económicos, sociales y culturales. Paula García Pedraza

Miscelanea
- Informe sobre el trabajo esclavo en España durante la dictadura franquista. José Luis Gutiérrez Molina
- FIAT: La “Via Marchionne”. Reforma laboral y explotación científica. Heriberto Tella
- 35 años de Ley Penitenciaria: nada que celebrar, mucho por recordar. Cesar Lorenzo
- Mediocracia. Cuando la opinión pública deja de ser la opinión publicada. Rafael Cid
- Crónica de una denuncia ininterrumpida durante año y medio por la escuela pública y laica. Antonio Aramayona
- Futbol: deporte rey de la especulación inmobiliaria. J. Bartolomé, R. Calvo, R. Córdoba, C. Fernández, H. Flórez, Mª Ángeles Nieto y G. Sánchez.
- Femen. El cuerpo, el primer poder. Llum Quiñonero

Reflexión compartida.
- Grito en el eco. Jorge Riechmann
- Cómic. Alfon. Koe
- La Cecilia. Alberto Carmona
- Fotografía. David Fernández.
- Libros. La filial del infierno en la Tierra. Joseph Roth. Laura Vicente.

En total 108 páginas en Din-A4, por 6€.

Salud y buena lectura.

jueves, noviembre 27, 2014

Stiff Little Fingers, sin vuelta atrás

En pleno apogeo del punk en Euskadi uno de los grupos foráneos que más trascendencia alcanzó entre nosotros y nosotras fueron Stiff Little Fingers.Sin duda, les ayudó aquella versión que Kortatu hizo del Doesn’t make it all right, aunque curiosamente los creadores originales del tema habían sido The Specials. Pero claramente Kortatu había versionado hasta el último detalle la adaptación que S.L.F. publicó en Nobody’s hero.

Es normal entonces que cuando S.L.F. visitaron Euskadi por primera vez, el polideportivo de Arrasate a punto estuvo de reventar en un concierto que fue memorable y probablemente uno de los hitos del punk en Euskadi. Junto a otros pocos conciertos de otras bandas internacionales de pegada como Exploited y U.K. Subs en Ermua o Cockney Rejects y Peter & the test tube babies, con Soberphobia recién editado, en la misma localidad bizkaina.

El caso es que S.L.F. regresaron de nuevo a Euskadi unos años después, pero las aguas ya habían comenzado a retroceder. Tuve oportunidad de volver a verlos de nuevo por ejemplo en Oiartzun en la misma sala que una semana después se hundiría su suelo en un concierto de Bad Religion en lo que pudo ser una catástrofe. Tengo curiosamente mejor recuerdo de ese segundo concierto de Oiartzun que del de Arrasate, pues en el primero era tanta la cantidad de gente aglomerada que la atmosfera era asfixiante y el sonido fue bastante deficiente.

A lo largo de su trayectoria S.L.F. han grabado un buen número de trabajos y todos han estado a buen nivel. No sólo los míticos Inflammable Material, Nobody’s hero y Go for it. Por ejemplo y sobre todo Flags & Emblems, del que se dice que es la última grabación en la que participó Rory Gallagher, o Get a life,  son dos buenos discos sw mediados de los 90. Desde entonces entre una y otra recopilación editaron algunos discos nuevos de los que no tengo muchas referencias, la verdad.

El caso es que ayer miércoles día 26, S.L.F. regresaron a Bilbao para presentar su último trabajo: No going back. Disco del que se ha escrito que se ha financiado mediante crowfunding y la cantidad necesaria para sacarlo adelante se recaudo en tan sólo 12 horas. El caso es que como no podía ser de otra manera nos acercamos a Bilbao para escuchar que podían ofrecer S.L.F. en 2014 y salimos satisfechos.

Del nuevo disco tocarían unos 3 ó 4 temas. Pero como siempre empecemos por el principio. Como su gran disco en directo, See you up there, la sintonía de inicio fue el Go for it y desde el principio la banda quiso meterse al público en el concierto y todos sus temas míticos fueron cayendo uno tras otro. Casi sería más fácil decir cual se dejaron en el tintero así que diré que personalmente solo eche a faltar una gran canción como Fly the flag y Jhonny was y la verdad que ahora mismo, 24 horas después, tengo dudas de si tocaron o no el Gotta Gettaway, porque todas las demás: Suspect Device, Nobody’s hero, Alternative Ulster, Tin soldiers, Wasted life, Barbed wire love, Roots Radicals Rockers & Reggae, Doesn’t make it all right y un largo etcétera estuvieron allí para hacer las delicias del público.

Lo mejor de todo fue comprobar que traían un set trabajado y que lo desarrollaron a la perfección, que la garganta de Jake Burns se mantiene en perfecto estado y que aunque por el camino se han quedado algunos de los míticos componentes de la banda como Henry Cluney o que quien fuera miembro de The Jam, Bruce Foxton ya no es el bajista de la banda, curiosamente ha sido sustituido  por el bajista original Ali McMordie. También el sonido estuvo a gran altura y hubo tiempo para el recuerdo a The Clash y a Joe Strummer en especial.

Para terminar un buen concierto y la oportunidad de reencontrarse con Stiff Little Fingers, una de las bandas que ha escrito algunas de las mejores canciones del punk internacional.

domingo, noviembre 23, 2014

The Nomads en Donostia, por encima de las adversidades

Ayer nos acercamos a Donostia para disfrutar de nuestra cita casi anual con The Nomads. A estas alturas ya poco hay que escribir, al menos en este blog, sobre la veterana banda sueca. Buenos temas, actitud, entrega, poderosos riffs, simpatía… todas estas cualidades y muchas más se presuponen en un concierto de The Nomads. Así que es necesariamente satisfactorio cumplir con el ritual de acudir a uno de sus conciertos.

Entrando en Intxaurrondo y desconociendo a dónde tenemos que dirigirnos para encontrar la casa de cultura  de Larronetxe, en la que se celebra el concierto, preguntamos a un taxista hacia donde tenemos que dirigirnos. Amablemente nos indica que en cuanto nos “empotremos literalmente” con el cuartel que tristemente hizo famoso el general Galindo, giráramos a la izquierda. De camino a “empotrarnos”, nos encontramos con un grupo de personas que avanza por una plaza. Es la formación de The Nomads al completo. Parece una buena señal de lo que nos espera.

Y sin embargo, ayer apareció una circunstancia inesperada. La garganta de Niklas Vahlberg no está a la altura. Tras abrir con Miles away él mismo se encarga de aclarárnoslo. La juerga y el esfuerzo de la noche anterior en Valencia han pasado factura. Sus cuerdas vocales están exhaustas y en varios tramos del concierto apenas si puede recitar las letras de las canciones. Parece que todo va a venirse abajo. Quizás otra banda hubiera cancelado el concierto o el público se lo hubiera reprochado; pero ayer las debilidades se convirtieron en oportunidades. La banda se entregó con denuedo a hacernos disfrutar. El público le reconoció el esfuerzo y optó por disfrutar del concierto. Las 200 o 300 personas que acudimos valoramos por encima de todo la profesionalidad y el sacrificio, y si no se podía disfrutar de unos Nomads en plenas facultades, disfrutamos de lo que podían ofrecernos, entrega, clase y tesón; presuponiendo lo que podría haber sido si la banda hubiera estado al 100%.

Y en este punto de esta desordenada crónica, regresemos al inicio. Cuando nos enteramos que The Nomads tocaban en Donostia, leemos que los teloneros serán Petti ta Etxeko Uzta. Inculto reconocido, sé que Petti tiene una larga carrera como músico, pero siempre le he relacionado más, desconozco el motivo, con una faceta de solista y música más intimista. Así que me sorprende verlo incluido en un cartel junto a la enérgica banda sueca. Pero siempre hemos defendido el mestizaje y pensamos que es una buena oportunidad para descubrir que es lo que hace actualmente el músico de Bera. Primera sorpresa, el concierto de Petti es una verdadera bomba y sus canciones acompañadas de Etxeko uzta suenan poderosas, eléctricas, vigorosas, con guitarras acidas y que golpean directamente en el pecho y en el cerebro. Desde luego con una propuesta como esta, Petti está capacitado para tocar con The Nomads o con cualquier otro grupo de rock poderoso. Solos afilados, grandes temas, slide guitars, voz potente, canciones rabiosas. Petti y su banda ofrecen un concierto extraordinario. Y por si fuera poco su sonido, como luego podremos comprobar, es extraordinario. Mucho mejor, por cierto, que el que luego tendrían The Nomads.

Así que para empezar una más que grata sorpresa y una autoreflexión necesaria y esperanzadora: afortunadamente al lado de casa tenemos grandes músicos, aunque en nuestro debe hay que apuntar que la rutina o las prisas nos hacen dedicar poco tiempo a descubrir nuevos grupos. Y no será porque Petti no tenga una trayectoria. En cualquier caso disfrutamos con su concierto y me conjuro para dedicarle un tiempo futuro a descubrir su propuesta. En definitiva hicieron un muy buen concierto y me encantaron.

Regresemos a The Nomads. Reseñado el principal problema, que es la fatigada garganta del vocalista. Todo lo demás fue una fiesta. The Nomads aunque sonaron peor que Petti se entregaron al espectáculo. El público, adulto, disfrutó de lo lindo y en las primeras filas convirtieron el concierto en un jolgorio. El grueso de la actuación estuvo marcado por los temas del esplendido Solna…. Aunque no faltaron canciones anteriores como Crystal ball y por supuesto algunas de esas canciones de The Nomads que han marcado una época como Bad vives, Primordial Ooze o Don’t kill the messenger; versiones, Sixteen forever… Y como no puede ser de otra manera extrañamos otras grandes canciones como Bangkok o Fire & Brimstone. Pero todo no se puede tener.

El simpático Hans Ostlund cantó 3 composiciones para dar tregua a la garganta de su compañero mientras hacia sus particulares gestos al sacar chispas a las cuerdas de su guitarra y todo la banda creo que se sintió emocionada por el calor que recibió del público que lejos de reprocharle sus problemas, se dedicó a hacer del concierto un ritual y lo consiguió incrementando el feeling hasta el mismo punto final del concierto.

Así que recapitulando. The Nomads no pudieron estar al 100%, pero se entregaron y fueron creciendo al ver que el público no les reprochaba nada si no que quería disfrutar. Descubrimos a Petti, que dio un concierto redondo y de paso una coqueta sala para conciertos de pequeño o medio formato que personalmente son los que más me gustan. Así que noche redonda en Intxaurrondo.

Antes de irnos y con la sonrisa en la boca nos compramos un single de edición limitada editado específicamente para esta gira estatal con Hangman’s wall y Fine fine line. Y por supuesto cuando The Nomads regresen a Euskadi, ahí estaremos……

miércoles, noviembre 19, 2014

El sueño de Meteor Slim, la tristeza profunda del blues

Podríamos decir que todo en este comic es un acierto. Desde las preciosas ilustraciones en blanco y negro, con esa indefinición entre el borrón y el difuminado; esquemáticas en muchas ocasiones, pero repletas de delicadeza en otras. La dura historia del joven músico negro del Sur de los EE.UU. que pretende triunfar con su guitarra cuando en Europa está a punto de desatarse la II Guerra Mundial. El mezclar personajes reales y míticos de la historia del blues como Robert Johnson o Jhonny Shines que se entrecruzan con la vida de nuestro irreal perdedor: Meteor Slim, quien curiosamente dice llamarse Edward Ray Cochran como el famoso músico blanco que está a punto de nacer. No es la única usurpación de nombre que el lector que decida sumergirse en este gran comic de Frantz Duchazeau encontrará en el trascurso su lectura.

Pero el lector encontrará más elementos que convierten la lectura de este álbum en un placer. Como la guía de viejos temas que se reseñan en el desarrollo de la historia para poder escucharlos mientras se disfruta de cada viñeta. Ahí aparecen temas de Robert Johnson o J. B. Lenoir, y también otras pequeñas joyas del blues del delta como la sumamente pornográfica Shave’em dry interpretada por Lucille Bogan.

En definitiva un pequeño compendio de grandes temas clásicos de blues que para un neófito como el que esto escribe ha convertido este Sueño de Meteor Slim en una gran compañía para este invierno que trata de enfriar nuestras casas. Y la historia, claro, triste como no puede esperarse otra cosa de un gran blues. Una pequeña obra maestra.

viernes, octubre 31, 2014

Colectividades libertarias en España, una oportunidad de futuro

En estos momentos tan difíciles que atravesamos como sociedad, se hace más patente si cabe la necesidad de buscar una alternativa de organización y de modelo de vida que acabe con el desorden que nos oprime y amenaza con empujarnos a situaciones del todo indeseables.

Es cierto que las alternativas son difíciles y lo son por dos motivos. El primero, porque estas no se explicitan o no parece haber quien sepa hacerlo de manera clara y convincente. Y el segundo, y quizás el más difícil de solventar, porque incluso en esta difícil y dura situación que atravesamos tampoco una mayoría social parece apostar por una alternativa diferente. Digamos pues que es como la pescadilla que se muerde la cola. Parece no existir alternativa y la sociedad por muy golpeada que esté, tampoco parece interesada en buscarla.

Estudiar los motivos que nos han llevado a esta realidad de sociedad en descomposición y de apatía ciudadana sería largo y costoso, aunque algunos de los motivos se nos antojan bastante simples.

En cualquier caso, si que puede ser momento para mirar hacia atrás y reconocer el valor histórico de ejemplos anteriores y quizás también la posibilidad de utilizarlos como referencia o modelos a seguir o en los que inspirarse, salvando la distancia temporal y la consecuente evolución social.

Es por esto que quisiera traer hoy aquí un interesantísimo libro del militante libertario francés, aunque podríamos decir que español de adopción, Gastón Leval: Las colectividades libertarias en España.

Es este un libro sugerente, interesante, documentando, bien escrito y muy ameno. Y lo que cuenta es todo un modelo alternativo de organización social, económica y humana. Las colectividades que los libertarios españoles, pero no sólo ellos, desarrollaron en un periodo tan difícil como la Guerra Civil Española, podrían ser hoy un ejemplo en el que mirarse, buscando esa alternativa que se nos antoja cada día más necesaria.

Sobre las Colectividades se ha corrido un tupido velo por parte de la historia, por muchos motivos. Pero quizás el más importante es porque a sus poderosos enemigos ideológicos, a derecha e izquierda, les asustaban y porque probablemente hoy continúan haciéndolo. Y de esta manera hemos llegado a la situación actual, en la que la mayoría de la gente ni siquiera ha oído hablar de ellas y quienes alguna vez han escuchado algo, creen que fue cosa de cuatro aldeas en Aragón o Levante.

Y lo cierto es que la realidad es bien diferente. Sólo en Aragón las colectividades organizaron más de 300 mil personas. En Levante es donde según el autor se realizo la obra de construcción libertaria más amplia y completa. Así en 1937 existían 340 colectividades agrarias en esa zona, y en 1938 se alcanzó la cifra de 900. El 40% de la población agraria participaba de las colectividades libertarias. En el 78% de las localidades existió una experiencia colectivizadora. Y estas cifras sorprenden todavía más si tenemos en cuenta que es en Valencia donde residía el Gobierno de la República. En Castilla en el plazo de 1 año y medio se establecieron 300 colectividades. Y en Cataluña, eminentemente industrial, se socializó el agua, el gas, los tranvías, el ferrocarril, los servicios sanitarios. Grandes ciudades de miles de habitantes vieron como su industria se colectivizaba con excelentes resultados y Leval detalla en este precioso libro los ejemplos de L’Hospitalet, de Rubí y muchas otras. Podemos además emocionarnos leyendo los estatutos y experiencias de pueblos como Mas de las Matas y otros muchos que el autor detalla en sus páginas.

Y lo mejor de todo es que este experimento social sin parangón se baso en la cooperación de personas libres e iguales. Que buscaron colaborar y no competir para alcanzar una vida mejor para todos y lo hicieron siendo protagonistas de su propio cambio. Fueron conceptos como los de justicia social, trabajo solidariamente organizado, fraternidad activa, goce igualitario de los bienes producidos los que marcaron el modo de organizarse y lo hicieron exitosamente en condiciones muy duras, como son las de hacer frente a una guerra.

Pero el libro de Leval no es una mera recopilación de experiencias. Hay un trabajo minucioso de reflexión. De estudio económico, histórico, geográfico, sociológico, político, estadístico de la realidad de la España previa a esos años. Para argumentar cual era la situación y porque era necesario cambiarla.

También hay reflexiones interesantes en lo político. Como el relativizar la importancia del revolucionarismo romántico y la importancia de la obra constructiva, simple y llana de la revolución; porque es la practica la que construye la verdadera revolución anarquista y no los discursos ni las acciones heroica. Hay por lo tanto también autocritica y como no puede ser de otra manera una defensa encendida, racional y argumentada del proceso revolucionario que protagonizaron las mujeres y hombres libertarios.

Y una idea ronda todo el libro, que quizás el éxito de la revolución fue lo que término por conjurar a todos los enemigos de esta revolución integral para aniquilarla.

En cualquier caso queda su experiencia para probar que otro modelo de vida más justo, más humano, más libre y más eficaz es posible. Ojala algún día, con las variaciones que sea necesario por la simple fuerza del paso del tiempo, seamos capaces de imitarlo. Quizás en ello vayan las posibilidades de futuro de una buena parte de nuestra sociedad.

En cualquier caso quisiera destacar el valor intrínseco de esta obra de Leval incluso para quienes no compartan las ideas que el defienden. Aquellos a quienes guste la historia, la sociología política y económica creo que disfrutarán enormemente leyendo este libro que por otra parte es fácilmente accesible a través de la red.

miércoles, octubre 29, 2014

Americanah, una grata sorpresa

No estoy muy acostumbrado a leer literatura étnica. Ni siquiera sé si este es un calificativo adecuado en este caso, o si se puede calificar de esta manera algún tipo de literatura. Pero lo cierto es que entre varios libros que estaban frente a mí, me llamó la atención Americanah, con ese subtitulo en su portada Una novela sobre el amor, la raza… y el pelo afro.

Ojeando la solapa descubrí que americanah es el término burlón con el que los nigerianos se refieren a quienes han pasado una temporada en Estados Unidos y regresan con aires de superioridad. No sé mucho sobre la realidad de África. Tampoco sobre nada sobre Nigeria. Ni sobre la literatura africana actual. Por no saber, no sabía si Chimamanda Ngozi Adichie era una chica o un chico. Pero lo cierto es que África está ahí. A nuestro lado. Nigeria también y hay un montón de personas originarias de allí viviendo con nosotros. Así que me dije, bueno, puede ser una oportunidad para aprender algo.

Y la verdad es que Americanah ha sido para mí un grato descubrimiento. Rica a nivel literario y casi más interesante como fuente de información sobre una realidad cercana, pero a la vez muy lejana. Lo cierto es que literariamente tiendo a pensar que, en cuanto a estructura, es el tipo de novela que se aprende a escribir tras asistir a un buen curso de escritura creativa. Es decir, dinámico, equilibrado, con los oportunos saltos; pero quizás un poco demasiado al pie del canon de la literatura en serie actual. Pero eso sí, la humanidad de lo que cuenta, lo interesante del analisis sociológico (quiero creer creer que muestra magníficamente la realidad de una gente y un país) la convierten en una gran novela. Los anhelos y sueños de la gente corriente, independientemente de su condición economica, su raza y su origen.

En todo momento lo que cuenta es creíble y llega al lector. Emociona, entretiene, atrapa. Tanto la primera parte con una Nigeria en manos de militarotes, empobrecida y corrupta. El análisis de la realidad estadounidense desde la perspectiva de una recién llegada. Alguien que se da cuenta que es negra cuando llega a los EE.UU. y todos, racistas y antirracistas, se empeñan en recordárselo. La dureza de ser emigrante sin papeles en el Reino Unido. Y el regreso a la nueva Nigeria. Enriquecida, tierra de oportunidades, pero igual de corrupta y exhuberante.

Para mí sin duda el análisis de cada lugar y momento en los que se ubica la acción es lo mejor de la novela. Pero también hay una historia personal. Una bonita y dura historia de amor entre Ifem y Obinze. Una historia de amor que nace, que crece, que se deshace y que vuelve a rehacerse sin saber muy bien cómo terminará. Y eso es lo que resuelve la última parte de esta destacada novela, cuya lectura me ha producido placer e inquietud, curiosidad y reflexión al mismo tiempo. 

Habría muchas más cosas de esta novela sobre las que opinar, pero creo que con esto es suficiente. una muy grata sorpresa. Americanah

viernes, septiembre 26, 2014

La ira de los ángeles, una novela solvente

La ira de los ángeles es la primera novela que leo de John Connolly y alguien dirá que bastante mal comienzo esta reseña. No porque la novela esté mal, sino porque forma parte de una saga sobre las andanzas del detective Charlie Parker y hasta el momento la última de una saga bastante extensa. En cualquier caso el no haber leído ninguna de las novelas anteriores no es un hándicap irresoluble para la lectura de la misma. Imagino que quienes las hayan leído por orden conocerán mejor las características de cada personaje y además entenderán más rápido algunos de los giros que se producen a lo largo de la novela en cuestión, pero  el autor se ocupa de ponernos en antecedentes cuando es necesario para que la trama no se convierta en incomprensible y quien sabe, quizás también sea más interesante el leerla con la cabeza limpia porque lo que se narra sorprende más.

Porque en la sorpresa radica buena parte de la gracia de la novela. Si hacemos un resumen rápido podríamos decir que es una novela negra de manual entremezclada con una buena dosis de sucesos y personajes sobrenaturales. En la solapa de la edición de Tusquets comparan a Connolly con Stephen King, pero yo diría que Connolly escribe mejor y que la trama se centra más en otro nivel de terror, si es que terror es la palabra a utilizar.

Lo cierto es que finalizada la lectura la sensación es ambivalente. La novela atrapa y se lee de un tirón. Algo que siempre es de agradecer. Sin duda tiene mucha más profundidad que un bestseller al uso. Se aprecia un trabajo de fondo, estilístico, de elaboración y estructuración de la trama, de documentación. Los personajes son sólidos y tienen personalidad, los principales y los secundarios. Patina en ocasiones la capa de fantasía/terror, que si en muchos momentos es solvente (ángeles caídos o esa especie de secta confabulada para hacer el mal) e incluso me ha recordado por momentos a la propuesta global de Lovecraft (el dios de las avispas), en unos pocos se le va de las manos para convertirse en algo un tanto vodevilesco (la niña del bosque). Pero sin embargo, no deja de ser curioso ese rizar el rizo para sobreponer varias  capas de propuesta sobrenatural.

Quizás el mayor déficit, como suele ser habitual en este tipo de novelas, es el final, que se resuelve muy rápidamente y de manera un tanto previsible; pero eso sí guardándose un as para dejar claro que la saga del detective Charlie Parker sigue adelante. En el título he definido La ira de los ángeles como una novela solvente, así que sin duda, Charlie Parker se merece otra oportunidad.

viernes, agosto 22, 2014

El grito del pueblo. ¡Viva la Comuna!

La Comuna de París es todo un fenómeno emocional en la progresiva lucha del ser humano por alcanzar su libertad. Entre los diversos ejercicios de acercamiento a este acontecimiento histórico, para mí el producto más acabado y detallista es este Grito del Pueblo, que dibujó el gran Tardi sobre el guión y la novela de Jean Vautrin.

Publicado originalmente en 4 partes y recopilado después en un volumen único bajo el título de El grito del pueblo (Norma, 2011) este álbum tiene a mi entender todo lo que se le puede pedir a un comic que se atreve a acercarse a un proceso histórico de esta magnitud. Un guión excelente, como excelentes son también las ilustraciones de Tardi. Un rigor histórico comprobado, desde la defensa de los cañones de la milicia, pasando por el derribo de la columna Vendome, hasta los últimos combates en el cementerio de Pere Lachaise. Un detallismo en la desarrollo de los acontecimientos que apabulla. Una historia coral que es la del propio proceso de la Comuna combinada con una intriga paralela de la que se vale para llevarnos en volandas de uno a otro punto de la asediada ciudad de París.

El grito del pueblo no oculta ni los errores de la Comuna, ni sus posibles excesos; pero constituye un retrato fidedigno de aquel romántico intento revolucionario que se atrevió a renunciar a la guerra como elemento de resolución de conflictos entre los seres humanos y que paradójicamente fue ahogado a sangre y fuego por los versallistas con Thiers a la cabeza de un grupo de prohombres de estado que no fueron capaces de hacer frente a las tropas del Káiser pero si de enseñarse cobardemente con su propio pueblo.

En definitiva, esta es la historia de uno de esos momentos en los que un grupo de personas decide convertirse en sujeto colectivo para tratar de alcanzar un modo de vida más humano y justo y por el que vemos pasar a intelectuales comprometidos, burgueses re-evolucionados, grupos de anarquistas con la profesora Louise Michel a la cabeza, rateros que por un momento consideran que es más importante su deber para con la sociedad que sus intereses personales y por supuesto espías, individuos que se arrodillan ante el poder, personas que ni en el más extremo proceso de enajenación mental se atreverían a anteponer los intereses de las persona a su servil compromiso con los poderes fácticos.

La Comuna fue un breve proceso si lo contabilizamos temporalmente, pero todavía hoy es un ejercicio de autodeterminación personal y colectiva que sigue conmoviendo a las personas y si lo hace es gracias a ejercicios como el de los libertarios Tardi y Vautrin, quienes han plasmado negro sobre blanco, en viñetas repletas de detalle y emoción, el caudal social y humano de aquel movimiento revolucionario.


CODA. Esta reseña esta escrita en homenaje a Antonio Martín Bellido que falleció esta misma semana de Agosto en su domicilio de París, a quien tuve la suerte de conocer y de disfrutar de su inteligencia, su sensibilidad, su sentido del humor, su solidaridad y compañerismo y que era un gran admirador de La Comuna. ¡Qué la tierra te sea leve!

jueves, junio 26, 2014

The New Christs, 75 minutos de puro punk-rock

En este verano tormentoso y húmedo que acaba de comenzar no invita a la actividad, así que cuando recibí la llamada de un amigo en la que me invitaba a acompañarle a Bilbo para ver a The New Christs a punto estuve de decirle que no.

Obviamente no sólo era cuestión del clima. Aunque tengo un par de discos de la banda lo cierto es que no los he pinchado mucho. Además, en la dicotomía de Radio Birdman yo siempre he sido mucho más de Deniz Tek, que de Rob Younger. Tuve tiempo de hacer cuentas y de calcular, sin ningún dato, una edad para Younger que sobrepasaría las 7 décadas. Y la verdad es que no guardaba, pese a ser un gran amante de la banda, un recuerdo muy grato de las últimas visitas de Radio Birdman a Euskadi. Pero, el hecho de que The New Christs presentarán un nuevo disco, Incantations; la pulsión radiobirdmaniana y la oportunidad de tomar unas cervezas con un viejo amigo acabaron por inclinarme hacia el sí. Feliz decisión.

Llegamos a las puertas del Kafe Antzokia antes de que comience el concierto. Fuera de la sala solo se ven un puñado de personas tomando un trago en el bar de enfrente. Lo cierto es que no esperaba una gran asistencia, así que no me pilla de sorpresa. Compramos la entrada y hacemos algo de tiempo antes de entrar.

El concierto lo va a abrir una banda de Iparralde, The Lookers, y entramos justo cuando acceden al escenario para iniciar su actuación. Son un joven trío de energy rock, que me parece deducir cantan en inglés. El sonido no es malo, aunque un poco aturullado. La voz es lo que peor suena. Tienen la actitud propia del novato. Tratan de soltarse, pero se les notan los nervios. Por momentos me parece escuchar una y otra vez la misma canción, pero no podemos obviar que en este tipo de conciertos el sonido de los teloneros no suele ser el mejor. Les damos un aprobado suficiente y les deseamos la mejor de las suertes de cara al futuro.

Hasta ese momento estaremos unas 100 personas en la sala, pero ahora parece que la cosa comienza a calentarse. La espigada figura de Younger ya la hemos visto deambular por la sala y ahora junto a Jim Dickson (Barracudas) al bajo; Dave Kettley a la guitarra; Brent Williams alternando teclado y guitarra y Paul Larsen Loughhead (Celibate Rifles) a la batería están a punto de dar comienzo a su actuación. Poco a poco la presencia de público ha ido creciendo hasta alcanzar varios cientos de personas, bastantes más de las que yo esperaba. Pronto se va a resolver la incógnita.

A las 10:30 en punto da comienzo la actuación. La maquina está en marcha. Younger da rienda suelta a sus característicos movimientos. La voz es buena, entona y modula bien. El sonido como siempre es un tanto irregular, pero en seguida alcanza la velocidad de crucero. La actitud de la banda está a la altura. Kettley es un guitarra solvente. Williams alterna en algunas canciones la guitarra y en otras un teclado Behringer que crea atrayentes atmosferas. La iluminación es muy buena. Los temas se suceden uno tras otro, sin pausa posible. La gente comienza a soltarse en las primeras filas, que terminarán por convertirse en una autentica fiesta. Desde luego es mucho más de lo que yo esperaba.
The New Christs no han venido desde las antípodas para cumplir el expediente. Todo esta calculado y trabajado. La compenetración de la banda es excelente. El resultado es un concierto extraordinario. Alguien pensará que con las expectativas previas, es más fácil sorprenderse. Pero no, ayer The New Christs fue una maquina perfectamente engrasada. No hicieron un concierto digno. Hicieron un gran concierto. Sin pausa entre canción y canción, pararon a las 11:30, pero ha sido una hora extraordinaria, con una tensión constante y en continuo ascenso. Tras una breve pausa regresan para tocar otros 15 o 20 minutos al mismo nivel que la hora anterior, para satisfacción de todo el público y especialmente de las primeras filas que en ese momento viven una fiesta extraordinaria. Entre los temas reconocemos Born out of time, We got this, I swear, On top of me….

Al acabar el concierto y mientras regresamos de camino al coche reflexionamos sobre si lo que hemos visto es una buena o mala situación. Sin duda es buena para The New Christs, pero no deja de ser preocupante que tenga que ser una banda formada por personas que llevan 40 años en el tema quienes nos den, otra vez, una lección de rock y actitud. ¿Donde están las nuevas bandas que tomen el relevo? ¿Hay futuro para el punk-rock? Con esas incógnitas enfilamos la autopista que nos lleva de regreso a casa. Por el momento The New Christs ha calmado nuestra sed… Desde aquí se lo agradecemos.

jueves, junio 19, 2014

Personas como yo, brillante novela de disección personal y colectiva

Siempre es grato encontrarse una novela de esas que te atrapan desde el primer momento. Y más si lo hacen tanto por el fondo, como por la forma. Es decir porque tanto lo que cuenta, como la forma en que lo hace son interesantes y absorbentes. Se disfruta tanto de lo que narra como de la manera en que está escrito.

En literatura contemporánea es posible que esto no me sucediera a este nivel desde que leí Libertad de Jonathan Franzen. Sin duda esta novela de John Irving cumple las expectativas que los lectores consecuentes esperan, pero yo aunque conocía su figura literaria he de confesar que nunca había leído ninguno de sus novelas, pero Personas como yo se ha convertido en la compañera perfecta de una semana de asueto en este mes de junio.

La novela narra la vida de Bill, desde su niñez, marcada por un padre ausente, junto a su familia materna en un pequeño pueblo de Vermont, hasta su senectud convertido en un prestigioso escritor solitario. Es sin duda una novela en la que el sexo como pulsión vital alcanza un peso absoluto en el desarrollo de la personalidad de Bill. Ese devenir personal esta narrado de manera muy brillante, con continuos saltos hacia atrás y hacia adelante y recurrentes adelantos de en apariencia pequeños hechos que en páginas posteriores alcanzan una importante trascendencia en la vida del personaje. Todo ello escrito muy elegantemente en cuanto a estructura narrativa y a prosa que la lectura no puede si no convertirse en una verdadera delicia.

Rodeado de un pequeño número de personas que marcan definitivamente su vida (la bibliotecaria, su padrastro, su mejor amiga, su abuelo, etc.) Bill descubrirá su bisexualidad pura. Los problemas de comprensión e incluso de autocomprensión que esto supone, pues aunque en el caso de Bill no sea así, si que lo es en algunas de las personas que le rodean; las bondades del buen vivir, lo dura que puede ser la vida. En este sentido es terrible la parte en que narra la aparición del SIDA y el durísimo golpe que supuso, en este caso, para la comunidad homosexual. Pero la novela es también un extraordinario relato de la comunidad homosexual de los EE.UU. y en parte también de Europa, durante los años de su orgullosa presentación en público casi como movimiento contracultural, el reflujo que supuso la llegada del SIDA y su regreso posterior ya con el acompañamiento legal de muchos gobiernos. Quizás por esto último no es tan llamativa la aparición de España y el barrio de Chueca en la última parte de la novela.

Pero no quisiera desentrañar muchos datos de esta novela y si intentar empujar a quien pueda leer estas líneas a leerla. Creo que será muy difícil que salga decepcionado del viaje a través de sus páginas, pues John Irving ha alcanzado en esta obra un nivel literario muy alto. Me pregunto cuánto habrá de autobiografía en lo narrado si es que hay algo. Desde luego, leyendo la biografía de Irving, al menos el tema de la lucha es claro.

En cualquier caso dos últimos apuntes. Uno favorable y un pequeño pero. En la parte positiva, siempre me ha entusiasmado esa parte de la narrativa norteamericana que disecciona la realidad de las viejas comunidades progresistas de los EE.UU. Y aquí aparece de forma muy clara en ese pueblo de Vermont donde una especie de chiflados por el teatro se pasan años y años representando a Ibsen o a Shakespeare, respetuosos con la diversidad y al mismo tiempo conviviendo con otra parte de la comunidad muy conservadora, haciendoBill hacia este en tanto a la relación con su madre que acongoja.
verdadero encaje de bolillos. Hay en este sentido un reproche en la novela del padrastro de

En el debe, personalmente creo que Irving pierde algo la medida rodeando al personaje de tan elevado número de transexuales hasta el punto que parece una condición hereditaria. Creo que le resta parte de credibilidad. En cualquier caso se pierde un tanto el misterio jugado por un evanescente personaje central como es Kittredge, en caso claro está de que el autor quisiera asignarle esta condición.

En cualquier caso un gran trabajo de Irving como escritor y una gran novela para disfrutar del vicio de leer.

martes, mayo 20, 2014

La muerte en Venecia, retrato de la decadencia

Siempre es interesante regresar a los clásicos y en esta ocasión el seleccionado ha sido Thomas Mann. Lo cierto es que es un tanto absurdo el criticar o alabar a un autor de sobra reconocido como Mann, premio Nobel en 1929, y algunas de cuyas novelas ya forman parte de la historia de la literatura universal como Los Buddenbrook, La montaña mágica o esta Muerte en Venecia que aquí nos ocupa.

Pero aquí no se trata de pontificar, sino de expresar una visión personal y actual sobre una novela que se escribió en 1912. Lo cierto es que es una novela breve, pero de lectura complicada. Repleta de reflexión, de desarrollo pausado y acción prácticamente inexistente. Escrita con un estilo sobrio y personal y un lenguaje muy rico.

Al parecer,  recoge además bastantes aspectos biográficos del propio autor, aunque de manera relativamente camuflada. En realidad es un retrato bastante fascinante de una personalidad conservadora, pero que observa con desasosiego como su deseo y pulsión sexual se avalanzan de manera incontrolable, al menos intelectualmente, hacía un sentimiento que quizás querría evitar a toda costa y ese combate interior, entremezclado con la decadencia de una Venecia atravesada por una epidemia de cólera que amenaza con asolar media ciudad, acaba plasmándose en un ambiente desasosegante interior (en la psique del protagonista) y exteriormente (el medio en el que se desarrolla). Desasosiego que se traslada y aprisiona al lector. Y qué más es lo que se le puede pedir a una novela.

Gustav von Aschenbach es el prestigioso y reflexivo escritor de edad madura, residente en Munich, que decide viajar al sur para tratar de reencontrarse consigo mismo o con la creatividad. En Venecia, su destino final, acabará obsesionado por un jovencito caballero polaco de nombre Tadzio que se aloja con su familia en el mismo hotel en el que lo hace Aschenbach.

Al parecer una buena parte de la novela tiene carácter autobiográfico, pues aunque Mann se casó con Katia Pringsheim, durante su juventud no escondió una clara pulsión homosexual y también durante una de sus estancias vacacionales en Venecia se quedo prendado de un joven efebo.

Dos aspectos son a mi entender sobresalientes en la novela. En primera lugar la dura descripción que el protagonista hace de un viejo tunante, (camuflado de joven y que insiste en confraternizar con sus jóvenes compañeros de viaje) con el que comparte viaje en barco desde la costa croata hasta Venecia. Dureza que contrasta con la posterior evolución psicológica y personal de Aschenbach tras encontrarse con el joven Tadzio.

En segundo lugar la decadencia paralela de la ciudad de Venecia amenazada por la enfermedad y la del propio que va perdiendo poco a poco el autocontrol interno y externo. Embriagado febrilmente en su atracción por un Tadzio al que en ningún momento osará siquiera dirigir la palabra.
Aschenbach

En definitiva, una pequeña gran novela de certero retrato psicológico.

viernes, abril 25, 2014

Los surcos del azar, una imprescindible lección de historia

He reservado parte de estas vacaciones de Pascua para disfrutar de la lectura del último cómic de Paco Roca. La verdad es que las expectativas eran altas, pero las reservas también, porque el propio autor explica en el cómic que por algún tiempo pensó que la tarea que había emprendido le venía demasiado grande. No obstante, una vez disfrutado (y sufrido) el cómic, podemos decir que no sólo ha salido airoso, si no que ha aprobado con nota.

Y salir airoso de una obra como esta es salir doblemente victorioso. Primero por lo que de artístico tiene la obra, sumamente emotiva, amena y entretenida. Pero en segundo lugar, y quizás más importante en este caso, por lo que de victoria de la justicia histórica significa Los surcos del azar, editado por Astiberri.

Es cierto que la participación de los exiliados españoles en la lucha contra el fascismo en la II Guerra Mundial no es algo desconocido. Tampoco era desconocida la historia particular de la Nueve, la división del ejército libre de De Gaulle encabezada por Leclerc y Dronne y formada básicamente por españoles exiliados, en su mayor parte anarquistas, y que fue la primera en liberar París.

Como el autor explica ya otros autores habían tratado el tema. Ahí están los textos del viejo libertario Eduardo Pons Prades, exiliado él mismo, o los de las hispanistas francesas, sean de adopción como Evelyn Mesquida (La Nueve, los españoles que liberaron París), o de nacimiento como Genoviève Dreyffus Armand, pero también los de Secundino Serrano, cuyo libro La última gesta, los republicanos que vencieron a Hitler es otro libro básico para saber más de esta historia.

Pero las viñetas de Paco Roca contribuyen poderosamente a humanizar la historia, valiéndose para ello de su extraordinaria sensibilidad, cualidad esta que ya le diera tan buenos frutos en Arrugas. Además, Roca ha edificado su narración en torno a la persona de Miguel Ruiz o Miguel Campos, como se llamó durante el periodo de la contienda, un anarquista canario que se convirtió en toda una leyenda dentro de la Nueve. Tanta leyenda era Campos que incluso en torno a su desaparición se especuló con una posible deserción una vez que quedó claro que la España franquista no iba a ser objetivo de los aliados. Pero no nos precipitemos.

Lo cierto es que el cómic de Roca viene a saldar, en la medida de sus posibilidades, una deuda con la Historia. Una deuda con quienes se agolparon en marzo de 1939 en el puerto de Alicante, para tratar de escapar de una España que durante 40 años quedaría en manos de la bestia fascista. Son éstas, páginas llenas de dramatismo y sentimiento, que realmente acongojan cuando las lees. Una deuda con los náufragos del Stanbrook, el último buque que consiguió partir de la costa mediterránea dejando a miles de personas a merced de la violencia de las huestes de Franco. Una deuda con Machado, a uno de cuyos versos debe el título esta obra. Y finalmente una deuda con quienes desde el primer día que se vieron forzados a abandonar España consideraron que la lucha contra el fascismo debía seguir por todos los medios posibles. Entre ellos, había republicanos y republicanas de todas las ideologías, pero sin duda el grueso de la lucha, como en la misma Nueve, la encabezaron los hombres y mujeres de ideología libertaria. En territorio europeo o africano, en batallones regulares o desde la resistencia demostraron que podían haber sido vencidos una vez, pero no derrotados definitivamente. Lo cierto es que por la traición de las potencias occidentales y por los intereses creados no alcanzaron su objetivo último que era derribar el régimen de Franco, pero demostraron con su actitud que tenían más dignidad que nadie. Es reseñable la escena en que los españoles de la Nueve cuelgan la bandera republicana en la embajada franquista en un París recién liberado, discrepando si es eso lo que debían hacer o quizás volarla de un cañonazo para provocar un conflicto internacional.

Volviendo al cómic, las ilustraciones de Paco Roca son inconfundibles. Ha realizado un trabajo de documentación que se nota en el texto. Ha utilizado un recurso narrativo osado y efectivo como es el simular un encuentro real con el propio Miguel Campos que será quien le narre la historia. Se incluye en la narración. Salva adecuadamente los saltos temporales y espaciales. E incluso encuentra espacio para introducir el amor. Y puede que tan sólo patine un poco al especular sobre la desaparición de Campos, elucubrando sobre su posible presencia en el intento de invasión del Valle de Aran, porque ese movimiento orquestado fundamentalmente a la UNE, controlada por el PCE, tuvo probablemente una preparación y una composición muy distinta.

En cualquier caso son peros menores, que no debiera impedir el reconocer el trabajo de Paco Roca e incluso su valentía al llevar al comic unos hechos desconocidos para la gran mayoría de la sociedad española de hoy en día.

En definitiva un álbum de lectura recomendable y que conmueve y emociona a partes iguales. Para disfrutarlo.

Antes de acabar una pequeña coda, la Asociación 24 de Agosto, en París, prepara un homenaje para este agosto de 2014 con motivo del 70 aniversario de la liberación de la ciudad. Y también desde Alicante se prepara un viaje de homenaje al periplo del Stanbrook que se realizará también durante este verano

sábado, abril 19, 2014

Gabriel García Márquez in memorian


Estos días nos ha abandonado un gigante de las letras. Probablemente todo lo que se diga sobre García Márquez será poco.

Cómo no acordarse en estos momentos de obras como Cien años de soledad, un derroche estílistico, imaginativo y de creatividad; o de otros títulos mágicos como El general en su laberinto o Relato de un naufrago y tantas obras míticas.

Pero yo, hoy, aquí, quisiera recordarlo por un pequeño cuento que aparece en sus Doce cuentos peregrínos. Una pequeña delicia, repleta de delicadeza y ternura como es María dos Prazeres. Esa prostituta que escribe con carmín el nombre de Durruti en la lápida que el fascismo ha tratado por todos los medios de dejar en el anonimato, pensando que borrando los nombres puede borrar las ideas y los sueños.

Son días tristes para la literatura, pero suerte de quien puede pasar a la posteridad dejando tras de sí una obra como la Gabriel García Márquez.

¡Qué la tierra te sea leve!

viernes, abril 11, 2014

En cualquier caso ningún remordimiento. Una novela de Pino Cacucci

La historia del anarquismo como movimiento organizado está inevitablemente rodeada de una serie de hitos, pero también de figuras referenciales. En ocasiones algunas de esas figuras han alcanzado, pese a la aparente contradicción con lo que la ideología promueve, un aire mítico o cierta sacralización laica. Es cierto que en ocasiones esa mitificación ha venido más de la historiografía oficial, de los medios de comunicación de masas o de la sociedad del momento, que de las propias filas del anarquismo; pero también es obvio que ese proceso en ocasiones, por unos motivos o por otros, lo ha provocado o construido el propio movimiento libertario. Entre nosotros, figuras como las de Durruti o Ascaso son ejemplos obvios de lo segundo.

Pero este proceso no ha ocurrido, sólo en la Península, si no que procesos similares se han vivido en otros países de casi todos los continentes. En Francia un proceso similar es el ocurrido con la Banda Bonnot, encabezada por el también mítico Jules Bonnot, aunque aquí sin duda la caza moral emprendida por la prensa bajo el influjo del Estado francés contribuyó a construir un leyenda demoniaca sobre un grupo de anarquistas individualistas cuyas hazañas probablemente no merecían tanta atención, si no fuera porque se convirtieron en cabeza de turco para aumentar la represión contra toda una ideología y todo un movimiento.

Las desventuras de Jules Bonnot ya habían sido llevadas a la literatura por Bernard Thomas en La belle epoque de la Banda Bonnot, editada por Txalaparta ya hace unos años e incluso a las pantallas de cine por Philippe Fourastie en 1968. Ahora ha sido el escritor Pino Cacucci quien la ha vuelto a llevar a la literatura bajo el título En cualquier caso ningún remordimiento, editado por Hoja de lata

El libro de Cacucci tiene la virtud de resaltar el carácter solitario de Bonnot, lo que en el fondo contrasta con su paso a la historia como líder de la Banda Bonnot, una banda que podríamos afirmar que fue muy poca banda. Pues no estaba formada por un verdadero grupo de afinidad, ni su existencia fue duradera en el tiempo. Fueron una serie de circunstancias (represión, divergencias, adversidad) las que finalmente empujaron a una serie de anarquistas ilegalistas a agruparse en torno a Bonnot para efectuar una serie de golpes económicos, que como no puede ser de otra manera acabaron de manera bastante nefasta tanto para ellos mismos, como para la causa.

Esta es otra constante dentro del movimiento libertario a la que habría que prestar atención. Cada vez que un grupo de libertarios han optado por actuar por libre y deambular por caminos para los que normalmente no estaban preparados, la cosa ha acabado bastante mal, aunque ciertamente existirán excepciones.

En cualquier caso el libro de Cacucci con prosa ágil y vibrante; aunque un tanto deslavazada, reconstruye la vida personal de Bonnot. Repleta de golpes aciagos, del destino y de la autoridad, que acabarán empujándole casi inevitablemente a tomar el peor de los caminos, el de la autodestrucción. Es un acierto que buena parte de la novela se centre en la vida anterior a los golpes de la banda, pues como hemos señalado anteriormente la vida operativa de la misma es bastante breve.

Y parte de la vida de Bonnot es ciertamente sobradamente novelesca. Su pasión por los automóviles y la mecánica y el convertirlos en parte fundamental de sus golpes. Su trabajo durante un periodo de tiempo como chofer de Arthur Conan Doyle. Su fuerte sentimiento antisocial. Son hechos que claramente dan elementos para una novela. Quizás lo que menos me ha gustado de la novela es cierta pulsión por parte del autor de identificar el comportamiento de Bonnot y sus compañeros como un anarquismo más cierto y real que otras corrientes que optarían por otras formas de defender o de hacer la idea (sindicalismo, especificas no individualistas o no ilegalistas).

Mención aparte merecería su visión sobre el papel jugado por Victor Serge en el surgimiento, devenir y final de la Banda Bonnot. La de Serge es sin duda una figura sin duda sugerente, con una evolución ideológica que lo llevaría desde el anarquismo más apasionado, al bolchevismo más ortodoxo para acabar escapando de la Unión Soviética como un miembro afortunado de la oposición de izquierdas. Pero quizás de Serge hablaremos más en profundidad cuando tratemos en este blog su libro El destino de una revolución. Tiempo habrá entonces para reflexionar sobre Serge.

En definitiva la de Cacucci es una revisitación oportuna de la figura de Bonnot, en la que a título personal como más destacable señalaría el acierto de centrarse en su figura individual y el retrato de la cacería mediática y sobre todo represiva a la que él y los miembros de su banda fueron sometidos. Esas son sin duda las páginas más vibrantes de la novela. Y la descripción de las visitas de la alegre ciudadanía parisina al cerco en el que fueron cazados así lo atestigua. Y quizás su mayor defecto resida en el hecho de que se queda a medio camino entre la crónica histórica y la novela de acción sin que se decante ni por una opción, ni por la otra; lo que en algunos momentos la deja sin punch en una dirección u otra, lo que puede acabar por desconcertar al lector. También me resulta algo forzado el enfrentamiento moral entre Serge y el policía con inquietudes sociales, que en ocasiones parece convertirse en un alambicado y maniqueo
contrapeso ético.

En cualquier caso se lee cómodamente y es un agudo retrato de una época y una situación de la que debieran sacarse claras conclusiones.

miércoles, abril 02, 2014

Albert contra Albert, crónica aséptica de una dura realidad

Este Albert contra Albert es un valiente cómic biográfico de Arnau Sanz que narra en primera persona la vida junto a, o separado de, su padre Albert. En cualquier caso sea a su lado, o distanciado de él, la vida de Arnau siempre se ha visto afectada por la realidad de Albert, un enfermo bipolar que por si fuera poco también estaba enganchado a la cocaína y al alcohol.

Pese a lo que pueda preverse, el cómic no es un relato sensiblero, ni siquiera sentimental. Es una crónica aséptica de una dura realidad. Expone una cruda situación, pero ni la adorna ni lo magnifica. Se limita a explicar todas las duras situaciones a las que debe enfrentarse la persona enferma y junto a él y quizás especialmente sus familiares, básicamente en esta ocasión el autor, hijo de Albert y sus abuelos paternos.

La realidad de Albert parece ceñirse al prototipo de quien cae presa de la enfermedad mental, salvo en un aspecto quizás esencial y es que la enfermedad no se declara como muchas veces suele ser habitual en la adolescencia, si no mucho más tarde, ya como persona adulta.

Albert contra Albert es un cómic de estética un tanto naif, de trazo grueso, colores limitados y básicos. Estructura temporal complicada, con mucho salto hacia atrás, pero que plasma muy objetivamente esa realidad de la enfermedad mental que tanto podrán reconocer quienes les ha tocado vivirla de cerca o al menos próximamente. Experiencias adolescentes con las drogas duras que dejan tocado a algunos de quienes las prueban, mientras el resto de personas parecen no sufrir ningún efecto negativo. Consumos compulsivos. Incapacidad para distinguir la realidad de la paranoia. Momentos de depresión y de euforia. Recaidas médicas. Familiares aparentemente débiles, en este caso los abuelos, que demuestran tener una increíble fortaleza para continuar apoyando al enfermo. Personas sin escrúpulos que se aprovechan de la situación. El saber que ser familiar de un enfermo no tiene horarios ni descansos.

Pero todo ello narrado con tal naturalidad, tranquilidad y objetividad que se agradece por lo que contribuye a normalizar situaciones complicadas, pero reales. No es un cómic privado de sentimiento. Es un cómic que refleja una realidad seria y difícil, pero sin convertirla en carne de culebrón o rumorología vecinal. De hecho es genial el retrato que el autor hace de la conversación con las vecinas del barrio. Y que muestra al enfermo como una persona que sufre y es consciente de su situación, sin infantilizarlo, pero también sin deshumanizarlo.

En definitiva un cómic a la altura de una realidad muy difícil. Fácil de leer y de ver, pero que expone a las claras la crueldad de una realidad más habitual de lo que creemos quienes tenemos la suerte de no vivirla. Muy recomendable.

jueves, marzo 27, 2014

Libre Pensamiento nº 77

Ya está en la calle un nuevo número, el 77, de la revista libertaria "Libre Pensamiento" con el siguiente sumario:

- Editorial: La solución social a la crisis no son las urnas.

Dossier: Migración, marginación, desestructuración social:
- El racismo institucional. Pep Juarez. CGT Illes Baleares
- Centros de internamiento a extranjeros. La banalización de la represión. Lluc Sánchez Berced. Abogado
- (CIE) Centro de internamientos para extranjeros en España. ¿Cárceles encubiertas o campos de concentración? R. Alexis y M. Bravo. Activistas por los derechos sociales.
- No nos vamos, nos echan. P. Padilla y S. Bienzobas.
- Políticas migratorias del Ecuador: incosistencias entre la praxis y el discurso. Decio Machado.
- Violencia de estado en la frontera sur de Europa. Miguel Zamorano. Secretario Gral CGT Melilla y miembro de Prodein

- Informe cinematográfico sobre "La banalidad del mal". Paco Marcellan

- Bretaña: Un No rotundo al aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes!. J. P. Duteuil. Militante de la Organización Comunista Libertaria y responsable de las ediciones Acratie.

- Los ERE: Una reflexión acerca del "conflicto" donde la CGT, como sindicato, se encuentra en construcción de una alternativa social. Desiderio Martín. Gabinete de Estudios de CGT.

- La lucha popular: ese fantasma que recorre el norte de África. Agustín Gómez Acosta.

- Narrativa de crisis para legitimar la privatizacion. La función perversa de los test y las reválidas. Angel I. Pérez. Universidad de Málaga.

- Manifiesto por el No-Sí: ¡la revolución, sin Estado-nación, es la solución. Grupo de Reflexión para la Autonomía.

Reflexión compartida:
- El pico de los cuervos. Matar a Franco (Cómic). J. M. Fernández.
- La ficción democrática. Rafael Cid.
- Poemas. Emilio Pedro Gómez.
- 12 años de esclavitud de Steve McQueen: el cuerpo alienado. Gerard Imbert.

En total 112 páginas en Din-A4 por 6€

Salud y buena lectura.

Se puede descargar aquí:
http://www.rojoynegro.info/sites/defaul ... 282%29.pdf

martes, marzo 11, 2014

El anarquista que se llamaba como yo, una gran novela, un extraordinario retrato histórico

Quizás algún lector haya echado de menos unas líneas sobre este extraordinario libro de Pablo Martín en este blog. Y razón no le faltara, pero todo llega.

Esta gran novela de Pablo Martín recoge la vida de su tocayo, el anarquista Pablo Martín Sánchez, quien en 1924 participó en la intentona revolucionaria de Vera de Bidasoa y probablemente acabó pagando con su vida su participación en aquella romántica gesta revolucionaria que por su preparación y resultado podría decirse que fue más obra de de un grupo de románticos que fruto de una acción premeditada y preparada con tiempo y dedicación.

Los hechos de Vera son conocidos, pero es cierto que, pese a la importancia que tuvieron en su momento, no existe demasiada información sobre los mismos ni siquiera en la literatura más militante. Peirats apenas le dedica unas líneas en su monumental trilogía dedicada a la historia de la CNT. Abel Paz poco más en su biografía de Durruti, pese a que este y varios de sus compañeros más cercanos estuvieron implicados en el desarrollo de la misma. Cesar M. Lorenzo en su Le Mouvement Anarchiste en Espagna afirma que la intención era imitar la marcha de Mazzini en Italia, 90 años antes. Y creo recordar que García Oliver ni siquiera habla de ello en El Eco de los pasos.

Y sin embargo, los hechos de Vera acabaron convirtiéndose en una farsa cruel utilizada por la Dictadura de Primo de Rivera para legitimarse en el poder. Pero como siempre sucede, la dictadura de Primo dando muestras de una extrema crueldad terminó por retratarse ante el país y ante la historia.

Si volvemos a la novela, que es de lo que aquí se trata, hay que decir que es un extraordinario trabajo como novela histórica. Pues refleja a la par una época y especialmente las vicisitudes de Pablo Martín Sánchez, ese anarquista baracaldés cuya corta vida disecciona de manera extraordinaria y lo hace tanto desde el punto de vista estilístico, como desde el punto de vista del contenido de manera sorprendente. Hay que decir que la novela es extraordinaria desde el mismo momento en que arranca el prologo del autor, pues tan sólo la narración de cómo se gestó la novela ya es de una calidad narrativa y técnica sorprendente.

Por lo demás la vida de Pablo Martín Sánchez ya es lo suficientemente novelesca como para sacarle extraordinario jugo. No sólo participo en los hechos de Vera, si no que vivió el atentado contra Alfonso XIII en Madrid, el día de su boda; conoció el exilio en Francia, viajó a Argentina donde entró en contacto con el movimiento anarquista local, vivió la I Guerra Mundial, cuya crueldad le afecto muy seriamente (En aquel momento, más que nunca tuvo la certeza de que la bandera negra de los anarquistas, la bandera que es la negación de todas las banderas, es la única que merece la pena izarse en esta vida); conspiró de regreso a Europa en París con los exiliados que querían acabar con el régimen de Primo de Rivera entre los que se encontraban la flor y nata del exilio libertario como Durruti, Ascaso, Gregorio Jover, Miguel García Vivancos y se codeo con la intelectualidad que supuestamente apoyaba al menos intelectualmente la intentona revolucionaria como Miguel de Unamuno y Vicente Blasco Ibáñez. Intelectuales por cierto cuya imagen sale bastante tocada del relato.

Pero además de los grandes hechos, también participó en otros más pequeños que sorprenden a quienes interese el tema. Así pues trabajó en la imprenta La Fraternelle, de Sebastian Faure, todo un icono del movimiento libertario francés y se vio envuelto al parecer sin motivo en el asesinato del gerente de Altos Hornos de Vizcaya, un hecho que marco decisivamente la historia del movimiento libertario en el País Vasco.

Y por si eso no fuera poco el autor, su tocayo, coloca al Pablo Martín anarquista en algunas tesituras que no sabemos si son reales o no. Como participando en la Semana Trágica de Barcelona, conociendo a Emma Goldman en Nueva York de camino a la Argentina o asistiendo al fusilamiento de Francisco Ferrer i Guardia mientras realiza el servicio militar en Barcelona.

Y así con estos extraordinarios mimbres el Pablo Martín Sánchez escritor escribió la vida de su tocayo el Pablo Martín Sánchez anarquista, un hombre cuya primera acción en la Salamanca que le vio interesarse por las ideas anarquistas fue escribir en el muro de la catedral la siguiente frase de Josiah Warren: Todo hombre debe ser su propio gobierno, su propia ley, su propia iglesia.

Y mientras escribe la historia de su tocayo, reescribe la historia de un país, de una época y de todo un movimiento ideológico como es el movimiento libertario de comienzos del siglo XX que podría resumirse en esta otra frase entresacada del libro: ¿Acaso el anarquista no es simplemente aquel que cree que es posible vivir sin el principio de autoridad?

Y para terminar de redondear una novela perfecta y una historia absorbente queda el poso del misterio. Será cierto que Pablo Martín Sánchez no murió cuando saltó por la ventana de la cárcel de Pamplona de camino al garrote vil, que consiguió huir y acabo sus días en el exilio francés. No es sólo un recurso literario del autor, al parecer más de una persona lo cree y le da pábulo a esta historia, por ejemplo el diccionario de militantes anarquistas Asociación Isaac Puente de Gasteiz.
que se redacto desde la

viernes, marzo 07, 2014

Pussy Riot, una plegaria punk. Chicas valientes, orgullosas y admirables

Ayer jueves por la noche, prácticamente en vísperas del 8 de Marzo tuve la oportunidad de ver un documental de esos que conmueven e impactan por igual. Se trataba de Pussy Riot, una plegaria punk de Mike Lerner y Maxim Pozdorovkin.

Conocía lo básico sobre Pussy Riot: una banda de punk femenino que había actuado en el altar de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú y habían sido detenidas y encarceladas por tamaño delito. Lo poco que sabía me había llegado a través de los mass media, así que pensando que todo lo que tocan lo convierten en circo mediático le había prestado poca atención. Craso error.

Pussy Riot no eran una banda de trepas en busca de fama internacional. Para empezar ni siquiera son una banda al uso. Pussy Riot es un grupo colectivo de intervención artística y revuelta social y feminista. Un colectivo en el que en algún momento podían actuar 4 personas, como en el ataque a la Catedral u otro numero cualquiera de personas según la acción que planifiquen. 

A los medios saltaron 3 de sus componentes porque esa fue la cifra de detenidas tras la actuación, aunque en la misma participaron 4 personas. A la cuarta componente parece que la policía no logro identificarla.

A lo largo del documental, sobrio, pero emocionante, se define la teoría política del grupo: denuncia artística, feminismo y política radical. Denuncia de la oscura conjura (la santa mierda) entre el poder político del Kremlin encarnado por Putin y la Iglesia Ortodoxa, tan ultra y controladora como cualquier otra religión. Al comienzo del documental se recuerda una película de Brecht que viene a decir algo así como que el arte no es un espejo que refleja la imagen de la sociedad, es una piedra en el estanque que debe transformarla.

Las chicas de Pussy Riot, valientes y cultas, inteligentes y atrevidas hasta lo emocionante ya habían declarado la guerra al status quo ruso anteriormente y desde el colectivo de agitación cultural Voina. Como besando sorpresivamente a las policías que se encontraban por la ciudad, o practicando sexo en directo en el Museo de Ciencias Naturales. Sorprenden e impactan las imágenes de estas acciones que se intercalan en el documental.
 

Desde luego, son la representación más digna de lo que el punk quiso ser en sus mejores momentos. Hazlo tu mismo y una actitud política más cercana a los Clash (y puede que también más osada) que al nihilismo de los Sex Pistols. Con escasos conocimientos musicales, pero riffs pegadizos, letras que lanzan verdades como puños, coreografía y actitud entregada; las chicas de Pussy Riot se enfrentan a lo que no les gusta de su sociedad y dan la cara (aunque se la cubran con un pasamontañas de color) sin esconderse detrás de nadie. Se la juegan y lo hacen en primera persona. Son jóvenes, pero algunas tienen hijos, pareja, familia... pero afrontan con una valentía, responsabilidad, coraje y entrega que impresiona lo que les deparan las muy reaccionarias autoridades de los poderes rusos y tristemente también una buena parte de su sociedad que está fuertemente imbuida por los reaccionarios valores de la Iglesia Ortodoxa.

Ni en las vistas de fianza, juicio y apelación van a dejar de defender aquello en lo que creen. Y lo van a hacer con la misma clase, orgullo, compostura y firmeza que lo hacían antes de que las apresaran. Sobradas de argumentos y denunciando la persecución política que sufren por ser mujeres, jóvenes, feministas, luchadoras, radicales, librepensadoras y amantes de la libertad. Todo lo contrario de quienes las odian y persiguen.

En cuanto al trabajo de Lerner y Pozdorovkin hay que decir que se trata de un documental sobrio, centrado en el fondo y no en la estética, pero sobre todo honesto y equilibrado. Podrían haber hecho un panfleto, pero dejan hablar a las Pussy Riot y a sus oponentes. A sus familias y a los abogados acusadores. Dejando que cada cual se retrate con sus argumentos. Con muy pocas escenas preparadas para la ocasión y una gran cantidad de testimonios públicos, lo que impide que se les acuse de manipulación y entrega.

Verdaderamente un trabajo estimulante y digno de elogio el de los realizadores y admirable y digno de solidaridad el de Pussy Riot.  Para no perdérselo.

P.S. Lamentablemente también ayer se anunciaba que dos de las componentes de Pussy Riot habían sido atacadas por un grupo de jóvenes. Un argumento más para apoyarlas.

sábado, febrero 15, 2014

Amancio Prada canta por tres libertarios

Amancio Prada es un intérprete consolidado que no tiene nada que demostrar a estas alturas de su vida artística. Pero personalmente tenía ganas de ver este espectáculo que él mismo ha titulado como “Tres libertarios” y en el que Prada interpreta canciones de tres artistas de pro: Chicho Sánchez Ferlosio, Agustín García Calvo y Léo Ferré.

En realidad no es ninguna sorpresa puesto que los dos primeros ya fueron presencia habitual y compañeros de correrías a lo largo de la dilatada trayectoria del cantautor del Bierzo. Y por lo mismo tampoco debiera de sorprender que el tercer pilar del concierto fuera Léo Ferré, a quien por otra parte Prada ya había dedicado un disco.

En cualquier caso, como he citado anteriormente, tenía ganas de saber cómo resolvería Amancio Prada esta apuesta artística y lo cierto es que fue una delicia poder disfrutar del concierto. Se presento Amancio Prada en las tablas del Antzoki de Ermua sólo. Acompañado de su guitarra, vestido de negro y con su melena blanca. Lo que ya le emparentaba estéticamente con Léo Ferré.

Y demostró Amancio Prada que está a la altura de la apuesta artística. El concierto se basaba en las composiciones de tres creadores muy claramente posicionados ideológicamente y Amancio Prada no ocultó ese hecho. Se habló explícitamente de la Comuna Antinacionalista de Zamora, rememorando las aventuras ideológicas de Agustín García Calvo (qué pensaría buena parte del respetable que asistió al concierto si supieran de las osadías ideológicas de Agustín que tituló algunos de sus ensayos con títulos tan provocadores como Contra la paz o Contra la democracia). Se citó a Durruti, a Puig Antich. Se hablo de libertad, de libre pensamiento, de utopía y sobre todo se recordaron las aventuras, desventuras y anécdotas de sus correrías junto a Chicho Sánchez Ferlosio y sus canciones siempre sencillas, pero de profundo poso libertario. Y se escuchó las reflexiones personalísimas y osadas de Agustín García Calvo en temas como La cara del que sabe.

Pero la actuación no fue un mitin, como no podía ser de otra manera. Fue un concierto brillante, de esos que se disfrutan en su totalidad y emocionan especialmente por momentos, como cuando entonó Tú, cuya mano. Una canción preciosa que conmueve las emociones y el cerebro de quienes tuvimos la oportunidad de disfrutarla. Amancio demostró estar en plenas facultades. Con una hermosa voz y una capacidad para tocar la guitarra más que solvente. El sólo con su voz delicada y potente a un tiempo, una sobria puesta en escena y una iluminación intimista nos mantuvo durante un buen puñado de minutos disfrutando de las anécdotas que narró y de las canciones que tan bellamente interpretó.

La mayor parte del concierto se baso en las composiciones de Chicho, como Hoy no me levanto yo, o Pena de muerte y de los poemas de Agustín García Calvo con temas como Libre te quiero. Léo Ferré estuvo presente en tan solo dos temas, pero bastaron para recordar la calidad del imprescindible compositor ácrata francés. Y por si fuera poco de rondón también se coló algún recuerdo para otro grande de la composición libertaria francesa como Georges Brassens. Tratándose de un concierto de Amancio Prada no podían faltar a la cita Rosalía de Castro, con una bellísima interpretación del Adiós ríos, adiós fontes; y tampoco Federico García Lorca.

En definitiva un concierto especialísimo en el que no estuvieron la Historia de tres amigos de Chicho Sánchez Ferlosio. Ni Los anarquistas de Léo Ferré; pero que durante toda su duración estuvo mecido por el espíritu libertario de sus compositores y la capacidad interpretativa de un gran músico. Un concierto inolvidable para el numeroso público que tuvimos la suerte de disfrutarlo.