miércoles, febrero 27, 2013

U.K. Subs en Donosti, Charlie Harper redivivo

Han pasado ya tantos años desde la primera vez que vi a U.K. Subs que es difícil recordarlo. En aquella ocasión fue en Ermua con The Exploited y RIP en un concierto que terminó en batalla y que permanecerá en la memoria de las muchas de personas que asistieron. Era el momento cumbre del punk en Euskadi y aquel concierto y su desenlace no fue más que el reflejo de lo que se vivía en las calles.

Por entonces a penas si conocía un par de canciones que había escuchado en la radio en los días previos al concierto. Eran los míticos Warhead y You don’t belong. Después cayó en mis manos el primer disco entero que escuché de U.K. Subs. Fue el Demonstration Tapes y todavía es uno de los que más me gusta.

Con el tiempo los volví a ver en unas cuantas ocasiones: Errenteria con Peter & the test tube babies; Elorrio en fiestas, donde después del concierto pudimos disfrutar de bastantes cervezas con el propio Charlie Harper, aunque él prefería el vino tinto; Eibar, Bilbao. Siempre me dejaron una grata sensación y también fui escuchando más y más discos. Así entraron en mi vida el Live Kicks, Endangered Species, Subs Standar, Live in París, Hungtinton Beach, Killing time, Mad Cow Fever y sin duda del que mejor recuerdo guardo: el Tenth anniversary (In action) un disco doble en directo con gran sonido y que recogía sus mejores temas.

Pasaron los años y Charlie Harper retornaba periódicamente a Euskadi con diferentes músicos, pero por uno u otro motivo no encontré la oportunidad de volver a verlos. Hasta que ayer decidí acercarme a Donosti con unos amigos para ver qué podía ofrecernos Charlie Harper en 2013.

Sin muchas expectativas, pero con ánimo de disfrutar. Llegamos al DOKA y ya el concierto había comenzado. Nos perdimos a Sutura, aunque tuvieron el buen gusto de regalarnos un cd casero con la entrada. Lo escucharemos. Tv Smith cual cantautor punk enloquecido aporreaba una guitarra electroacústica sobre el escenario. Quien fuera alma de The Adverts estaba en sus últimos temas, pero todavía nos dio tiempo a escuchar el Gary Gilmore’s eyes.

Y así llego el momento de U.K. Subs. Por el escenario apareció Alvin Gibbs, quien no fue el primer bajista de la banda, pero si toco el bajo durante su mejor época. Fue una buena señal. A la batería un joven imberbe. A la guitarra un tipo oriental. Después un Charlie Harper al que se le notan los años. Más cargado de espaldas. Piel arrugada. La primera canción: You don’t belong. No suena mal, aunque el guitarrista falla en los solos. Después se suceden bastantes canciones conocidas. Detallar ahora la lista sería largo. Pero ahí están Emotional blackmail, I live in car, Lie down on the farm, CID, Party in Paris, transmutada en Party in Euskadi, Warhead, New York State Police, Left for dead, Endangered Species, Strangle hold....

Las canciones no suenan exactamente como yo las recordaba. Algunas son más lentas, otras más rápidas. Algún cambio en la cadencia del ritmo. Quiere decir que se han preocupado de preparar el set. El público joven se arremolina cada vez más en torno al escenario. Desde la parte trasera observo a la banda y a la parte más joven empujarse y bailar con ganas. Para mi sorpresa tocan bastantes canciones que no conozco. Pero el público más activo parece que sí. Las gritan y corean como los grandes clásicos. En estas el guitarrista se comporta mejor, quizás ha participado en su creación.

Así transcurre el concierto, a toda velocidad. Charlie Harper está mayor. No se mueve con demasiada agilidad, pero la voz al cantar no le falla. Y no hemos venido a ver a una vedette. Por un momento me recuerda a un Eric Burdon del punk. No es una mala comparación. El batería golpea bien. Alvin Gibbs demuestra que sigue siendo un gran bajista. El concierto se ha acabado sin darnos cuenta. No ha sido el mejor concierto de U.K. Subs. Pero quizás sí el mejor concierto que pueden ofrecer en 2013.

En realidad es digno de orgullo que los U.K. Subs sigan girando a estas alturas. Ya no tienen nada que demostrar, pero ahí está Charlie Harper para hacernos disfrutar y recordarnos porque fueron y son una de las mejores bandas del punk inglés. Y yo me alegro….

A la salida nos encontramos de frente con Charlie Harper. Reaccionamos rápido, Charlie, one picture please?  Ok, No problem.. Parecemos un grupo de cuatreros. La guardaremos para la posteridad. Con cariño.

jueves, febrero 21, 2013

Las voces bajas, alta literatura

Sin duda alguna, Manuel Rivas es uno de mis escritores vivos favoritos. Y lo es aún reconociendo que quizás únicamente El lápiz del carpintero sea una novela totalmente redonda. Pero Rivas tiene algo que convierte su lectura en un placer. Una sensibilidad única para expresar sentimientos en cualquier pequeña frase o suma de palabras. Una delicadeza extraordinaria para tratar temas trascendentales en la trama o en cualquier frase secundaria. Un dominio de la naturalidad y del lenguaje al alcance de muy pocos en la literatura española contemporánea. Capacidad para jugar con las palabras a la vuelta de cada frase.

Por eso la lectura de sus libros es un placer a cada momento, con una recompensa instantánea en cada línea; independientemente de la trama rio de la novela. Diríase que hay tanto trabajo en la selección de cada palabra, cada frase, cada página; que el autor se despista del resultado final. Pero yo que defiendo la literatura del esfuerzo por encima incluso de la trama, encuentro en la literatura de Rivas una naturalidad apabullante para hacerme disfrutar del lenguaje y de su sensibilidad como autor.

Creo que esa naturalidad es parte también de su carácter gallego, que traslada tan bien a quienes habiendo nacido fuera de Galicia, tenemos allí nuestros orígenes. Su último libro, Las voces bajas, es un buen ejemplo de lo que he reseñado hasta ahora. Escrito a modo de biografía. Desde su infancia, hasta su juventud como meritorio de prensa en Coruña, desconozco cuanto de lo narrado es biografía real y cuento imaginación. En cualquier caso es un libro para disfrutar a cada instante, en cada página, con independencia de que el resultado final sea más o menos perfecto.

Sin ser tan arriesgado como Los libros arden mal, también aquí aparecen personajes y desaparecen. Lo justo para que el autor pueda reseñar, una anécdota, una ocurrencia, un golpe de ingenio. También hay algún intento de innovación estilística. Especialmente interesante en el momento en que el protagonista, ¿el propio Rivas? sube las escaleras para enfrentarse a su primera entrevista de trabajo para convertirse en meritorio en El Ideal con un puñado de poesías bajo el brazo.

Y por último quizás hemos podido descubrir el porqué de esa presencia habitual del anarquismo en la producción literaria de Rivas. ¿Podrá ser una especie de deuda pendiente o de unión emocional con su desaparecida hermana María? Esa joven que militó en Bandera Roja, pero a la que después su sensibilidad empujó hacia Kropotkin, Thoreau, el movimiento Provo y especialmente La estética anarquista de André Reszler. Podría ser si es que en verdad el texto es una autobiografía, cosa que, repitó, desconozco.

En cualquier caso, Las voces bajas es un libro delicioso, para paladear a cada segundo. No se lo pierdan….

miércoles, febrero 13, 2013

Ilusionistas, Chomsky al pie del cañón



La producción editorial de NoamChomsky se halla bastante dispersa entre pequeñas editoriales, así que suele ser difícil seguir la pista cronológica a sus últimos trabajos. En cualquier caso este Ilusionistas de Ediciones Irreverentes publicado en septiembre de 2012 recopila 4 conferencias de Chomsky pronunciadas entre 2010 y 2012 y coincide en las librerías con otros textos como Ocupar Wall Street publicados el pasado año.
Este pequeño libro de 110 páginas despierta la atención desde las mismas citas-prefacio que suelen encontrarse al inicio de cualquier libro. Qué pensaríamos si leyéramos frases como La democracia son dos lobos y un cordero votando sobre qué se va a comer. La libertad es un cordero bien armado, cuestionando cómo se vota. O Mi país es el mundo y mi religión es hacer el bien. O Las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos. La idea de gastar dinero para ser pagados por la posteridad, bajo el nombre de financiación, no es más que una estafa a gran escala. Sin duda las atribuiríamos algún pensador irreverente. Pero si descubrimos que pertenecen a Benjamín Franklin, Thomas Paine y Thomas Jefferson, padres fundadores de los EE.UU. nos dan pie a la reflexión sobre cómo comienzan las cosas y en qué terminan por convertirse. No son las únicas sentencias interesantes que pronunciaron. En el libro podemos leer más.
Pero vayamos al grano y a las ideas de Chomsky, el autor vivo más citado del mundo según el Institute for Scientific Information. Y aquí entramos en otro elemento de reflexión. Cómo puede ser que el pensador más citado del mundo sea un anarquista declarado y confeso y el peso de esta ideología en las agendas políticas del planeta sea prácticamente nulo. Quizás porque como el mismo Chomsky explica el mundo no está configurado para pensar con racionalidad, si no para defender los intereses de unos pocos muy privilegiados. Por lo cual el análisis sereno y las soluciones racionales de los problemas no sólo no son necesarias, sino que son contraproducentes para los intereses creados.
Porque si algo, a mi entender, caracteriza el pensamiento y sobre todo el análisis de Chomsky es el sentido común. Sólo que como dice el viejo adagio este, en realidad, es el menos común de los sentidos. El propio Chomsky dice que el poder fomenta una democracia basada en votantes desinformados que toman decisiones irracionales. Y no sin humor explica que esto es algo tan obvio que debiera enseñarse en la escuela primaria, de ahí que avergüence expresarlo ante un público universitario.
El libro se centra en 3 aspectos básicos que son:
1º) La denuncia del papel imperialista de EE.UU. Los análisis que Chomsky realiza sobre la situación de Palestina, el papel de Israel, o de los propios EE.UU. como poder imperial no pueden sorprender a los lectores de estas líneas, pero tienen el valor de ser expresados por alguien que por hacerlo es considerado por muchos en los EE.UU. un traidor a su propio país. Desde luego no debe gustar mucho al stablishment de los USA que Chomsky recuerde que los EE.UU declararon en 1988 al CNA de Mandela uno de los grupos terroristas más notables, o que la política exterior de los EE.UU en América Latina es una plaga de represión sin parangón desde los tiempos de los conquistadores. O que para estabilizar un país, conforme al canon occidental, primero hay que desestabilizarlo.
2º) El papel de las grandes corporaciones en el control del Estado en defensa de sus intereses particulares. Como la economía financiera, o hacer dinero a través de las manipulaciones financieras, se ha impuesto a la economía productiva y su consecuencia es la deslocalización laboral, lo que conlleva una concentración de la riqueza en pocas manos y a la par una concentración del poder político obsesionado ahora por modificar el pacto fiscal y redistribuir la riqueza hacia arriba y no hacia abajo.
No por conocido es menos interesante la noción de desfinanciación de los servicios públicos para facilitar la política de privatizaciones o resaltar como se pone el grito en el cielo por el gasto social dedicado a los menos beneficiados, pero se aplauden las ayudas públicas a macroempresas privadas.
Abusando de la confianza del editor me gustaría reseñar literalmente unos párrafos de lo expresado por Chomsky: La concentración radical de la riqueza en el uno por ciento de la población nos llevó a la concentración del poder político, y, por lo tanto, a políticas estatales para aumentar aún más la concentración de la riqueza: políticas fiscales, reglas de gobierno corporativo y desregulación. (…) Mientras tanto, los costos de las campañas electorales se dispararon, conduciendo a los partidos políticos directamente a los bolsillos de los más ricos y poderosos, sobre todo aquellos del sector financiero. (…) Las elecciones se han convertido en una farsa, dirigida por la industria de las relaciones públicas.
Mientras la riqueza y el poder se han ido concentrando cada vez más, los ingresos reales de los trabajadores prácticamente se han estancado. (…) La propaganda debe tratar de culpar a otros de la crisis y en los últimos tiempos esos otros han sido los trabajadores del sector público, sus salarios, sus pensiones exorbitantes, etc. (…) Los maestros y profesores son un objetivo particularmente atractivo, como parte del esfuerzo deliberado de destruir el sistema público de educación, desde preescolar hasta las universidades, mediante la privatización. Otro objetivo recurrente, siempre, son los inmigrantes.
¿No nos suena de nada? ¿No parece  una descripción bastante diáfana de lo que estamos viviendo? Pues es un análisis de lo que viene sucediendo en los EE.UU. desde finales de los 70. ¿Alguien creía que no está todo previamente planificado? Obviamente de la sanidad no habla, porque como el propio Chomsky recuerda en otro pasaje, EE.UU. es probablemente el único país desarrollado sin un sistema sanitario mínimamente sensato. Así nos quieren…
 3º) El destino de la especie. Cada vez más, Chomsky se muestra preocupado por el colapso ecológico y por la perseverancia del sistema por negar lo obvio, el calentamiento global y sus terribles consecuencias. Como no calificar el sistema político de farsa y de circo si uno de los representantes políticos comisionado en la Comisión encargada de estudiar la situación del calentamiento global se despacha con reflexiones tan racionales como negar tal posibilidad porque Dios prometió a Noé que no habría otro diluvio, concretamente John Shimkus representante republicano por Illinois.
Lo triste es que como el autor reflexiona el Estado con fondos públicos puede rescatar a los grandes conglomerados capitalistas. Pero nadie podrá rescatar al Medio Ambiente si colapsa.
En definitiva el futuro de la humanidad y quizás de la propia tierra se encuentra atrapado entre la racionalidad cortoplacista de mantener un sistema irracional, curioso juego de palabras para denunciar la insensatez más absoluta.
Y así durante todas y cada una de las líneas de estas ciento y poco paginas. Reflexiones serias, serenas, sensatas, acompañadas a cada paso de ejemplos, datos, contextualizaciones, comparaciones que hacen de la lectura de este libro un proceso paralelo de disfrute y autoaprendizaje. Reseñarlos todos es prácticamente imposible, pero reconforta saber que existen personas como él, o los fallecidos Howard Zinn, también libertario; o Edward Said a los que Chomsky recuerda en estas páginas porque dedicaron su tiempo a denunciar y proponer alternativas.
¿Y así hasta cuándo? Pues hasta que un movimiento popular con cierta fuerza exija el desmantelamiento de una compleja estructura sociológica, cultural, económica e ideológica que nos está conduciendo al desastre. No es una tarea fácil, pero es algo que hay que hacer de una vez por todas antes de que sea demasiado tarde.