lunes, junio 18, 2012

Años lentos, paso tranquilo


Años lentos es la última novela de un escritor consolidado como es Fernando Aramburu. Años lentos, premio Tusquets de novela en 2011, es desde luego un buen ejercicio estilístico y una novela de lectura no sólo agradable, si no también recomendable.
Y sin embargo, hay algo en esta novela que no acaba de cuajar. No es desde luego la habilidad de Aramburu como escritor lo que está en duda. Ni tampoco la trama de la misma, que aunque sencilla es, como decimos, más que digna de ser leída. Hay algo latente que hace que un cierto regusto flote en torno a su lectura. Desde luego, Aramburu, quien vive en Alemania, cae en el reduccionismo fácil de una cierta forma de entender y narrar lo acaecido en el País Vasco en los últimos 40 ó 45 años. No está el fallo en una postura legitima, por ética, de escribir lo que en esta parte de la tierra ha sucedido; si no quizás en la facilidad con que en ocasiones cae en un reduccionismo habitual de la crítica fácil no tanto de la violencia prácticada por ETA, si no más bien de despreciar un sentimiento que, compartido o no, existe en el País Vasco y es tan legítimo como cualquier otro. Hay en ese terrero algún desbarre por parte del autor, propio además más bien de un posicionamiento más característico de un sector ultra del nacionalismo español, que de una crítica serena y reflexionada.
Pero esto aunque pueda gustar más o menos al lector, incluso puede que muchos lo compartan no es el talón de Aquiles de la novela, pese a que a mi entender contribuye a minorar su valor como reflejo de una época. Hay algo en la propia actitud del narrador, quien en varias ocasiones a lo largo de las notas que se intercalan en la narración, acierto estilístico por otra parte; otorga a la propia obra de palabra y de facto el carácter de narración menor. Y con la lectura en marcha parece que realmente lo que podría ser una gran novela deviene en aventura estilística de menores vuelos. Una lástima porque la historia está compuesta de interesantes mimbres que podrían haber proporcionado mejor resultado si el autor, con capacidad más que demostrada, lo hubiese deseado. Aún así, lectura aconsejable.
Como anécdota ese hermano de Vicente Barriola que enrolado en las milicias de la CNT aparece brevemente reseñado en uno de los primeros capítulos del libro. Anécdota o no tanto porque conocido es, o debiera serlo al menos, el destacado papel que jugaron los libertarios gipuzkoanos en Donostia y alrededores antes de la guerra y hasta la caída del frente. Aunque esa es otra historia….

domingo, junio 03, 2012

Libre Pensamiento, número 70

Ya está en la calle el número 70 de la revista Libre Pensamiento correspondiente a invierno de 2012 con el siguiente sumario:

- Editorial
- Anarquistas de Bornos: La sociedad de agricultores "La Constancia" y el grupo "Los Bastantes" (1912-1916). Fernando Romero.
- La Revolución. Tomas Ibáñez.
- Una acción ilegal entre otras: La revolución del ilegalismo y de la revolución. Eduardo Colombo.
- Nuestras revoluciones. Andrea Breda
-  La revolución mutante. Andrea Staid.
- Revolución. Crisis de los límites y difuminación de los fines. Gerard Imbert.
- Organizaciones no lucrativas y capital social: el caso de la irresponsabilidad social empresarial. José Angel Moreno.
- De qué crisis hablamos. Fernando Armendariz Urbizu.
- El largo invierno sirio. Paco Marcellán.
De libros.
- La antropología anarquista está empezando a fraguar. Beltrán Roca Martínez.
- Futuralgia: El agua de una voz. Jorge Riechmann. Calambur, Madrid 2011. Por Emilio Gómez García

En total 88 página en Din A4 por 6 euros.

Buena lectura