martes, agosto 30, 2016

Verano de 2016, The Waterboys por partida doble

Comence las vacaciones de verano en sentido estricto el día 30 de julio con el concierto de The Waterboys en el Mundaka Festival. Tenía muchas ganas de ver a The Waterboys después de reencontrarme con la banda de Mike Scott al editar ésta en 2015 su extraordinario “Modern Blues”. Aunque se trata de un disco precioso, no las tenía todas conmigo sobre su efectividad en directo, porque la verdad personalmente hacía mucho que no sabía nada de la banda  y porque Scott rondará ya los 60 años.

En cualquier caso nos acercamos a Mundaka desde la mañana para disfrutar de algunas de las actividades gastronómicas que la organización del Festival tenía preparadas para ese día y del marco incomparable, la península de Santa Katalina, en la que se desarrolla este coqueto evento.

Para ese día el cartel incluía a The Highlights, Los Enemigos, Mamba Beat y St. Paul & The Broken Bones. Desafortunadamente, el tiempo fue empeorando a medida que avanzaba la tarde y no presagiaba nada bueno para el concierto de The Waterboys. Entramos al recinto con The Highlights a mitad de repertorio. Aunque había escuchado buenas críticas sobre la banda, lo cierto es que en mi humilde opinión tampoco demostraron nada nuevo. Hard Rock clásico vía Thin Lizzy a los que además versionaron. Poco más puedo decir.

Después le toco el turno a Los Enemigos. Reconozco que Nada es un gran disco y que las letras de Josele Santiago tienen un punto acido-divertido que siempre sorprende; pero tampoco les he seguido tanto la pista como para opinar a fondo. En directo estuvieron sobrios, pero correctos. El sonido como suele ser habitual mejoró a medida que el concierto avanzaba y lamentablemente la tormenta les impidió acabar de la mejor manera. Pero creo que estuvieron a la altura de lo que se espera de ellos. Sin mucha pasión, pero solventes.

The Waterboys saltaron puntualmente al escenario, con la lluvia respetando el momento, pero con la tormenta amenazando sobre el mar con regresar en cualquier momento. Abrieron con la extraordinaria Destinies Entwinied, y borraron de un plumazo cualquier duda que pudiera tener sobre su solvencia en directo. Una banda extraordinaria, perfectamente acoplada, elegante, repleta de actitud, sonido potente y compacto. Con un Mike Scott, plenamente entregado y acompañado de grandes músicos. Imposible destacar únicamente a uno. El endiablado Steve Wickham al violín, un soberbio Brother Paul al teclado y el joven pero eficaz Zach Ernst a la guitarra, fueron la base sobre la que Mike Scott edificó un gran concierto. Escribiría más sobre el show de The Waterboys en Mundaka, pero corro el riesgo de no acabar nunca esta entrada. Solo decir que finalizó la actuación de The Waterboys con una gran sonrisa en mi cara y pensando en cuando sería la próxima ocasión para disfrutar de la banda británica.

Poco podía pensar entonces que no iba a transcurrir ni un mes hasta que volviera a disfrutar de un concierto de The Waterboys. Los últimos días de las vacaciones nos cogen en el Noroeste de Portugal y días antes de desplazarnos a esta bella zona del país luso, oímos hablar del Festival de Vilar de Mouros. Un festival de rock que este año cumple su 50 edición y por el que en los últimos años han pasado músicos de la talla de Bob Dylan, Neil Young, Iggy Pop, Alanis Morissette o Iron Maiden. Nos pica la curiosidad, investigamos y descubrimos que en su 50 aniversario el cabeza de cartel del sábado día 27 de agosto es…. Efectivamente lo habéis adivinado: The Waterboys.

Ni nos lo podemos creer de tanta suerte y rápidamente organizamos el desplazamiento para acudir a este evento histórico para los aficionados al rock en Portugal. Vilar de Mouros es una pequeña y bella aldea enclavada muy cerca de la desembocadura del Rio Miño en la parte portuguesa. Cuando llegamos al pueblo nos deslumbra su belleza y la idea de que un pueblo de ese tamaño, 819 habitantes, dice la Wikipedia que están censados en el mismo, sea la población elegida durante 50 años para acoger este festival.

Regresemos a The Waterboys. El concierto de Vilar de Mouros fue muy diferente al de Mundaka. La asistencia en Portugal es mayor. El sonido no fue tan redondo. La banda es la misma, pero el setlist es muy distinto. Si en Mundaka, el centro del concierto fue su último disco, Modern Blues; en Vilar de Mouros de su último trabajo sólo tocarán dos canciones (si no me equivoco) Still a Freak y la grandiosa Long Strange Golden Road. Si en Mundaka solo desconocía dos canciones de todo el repertorio, en Vilar de Mouros son varias las que no he escuchado. En Mundaka el concierto fue más largo y realizaron un bis. En Vilar de Mouros no hay bis, por más que el público lo reclame. Por supuesto en ninguno de los dos faltan Fisherman’s Blues, ni una sosegada The Whole of the Moon, pero en Vilar de Mouros no suena This is the sea. De hecho el único tema de ese bello disco que acompaña a The Whole of the Moon es Medicine Bow.

En definitiva dos conciertos diferentes, pero muy bellos ambos. Si tuviera que elegir, creo que en Mundaka el repertorio fue más enérgico y potente que en Vilar de Mouros. Pero si lo pienso con detenimiento, desde luego creo que fue una suerte disfrutar de dos conciertos distintos con sólo un mes de diferencia.

Mención aparte para la organización en Vilar de Mouros. Desde luego Mundaka es un ejemplo de belleza y el paraje enamora. Pero Vilar de Mouros no se queda atrás, con miles de personas la organización es exquisita. Y por si fuera poco, si la entrada anticipada en Mundaka costaba 45€, en Vilar de Mouros el pase para un día es de sólo 25€. Por no hablar del precio de las bebidas en el interior del recinto.

Para terminar decir que junto a los extraordinarios The Waterboys en Vilar de Mouros el cartel del sábado lo completaban Samuel Uría, Bombino, Tiago Bettencourt, Tindersticks y la sorprendente banda de metal industrial portuguesa Blasted Mechanism. No es que me gustarán especialmente, pero su alucinante y futurista puesta en escena los convierte en un fuerte espectáculo visual.