miércoles, diciembre 28, 2011

El espejo negro, lectura posible


No tengo especial afición por los bestsellers, aunque al cabo del año, por motivos que no vienen al caso, suele leer unos cuantos. La mayoría de ellos no acaban reseñados aquí porque no merece la pena perder mi tiempo ni el de los poco lectores que este blog pueda tener.

Los que han aparecido en alguna de estas entradas es porque lo merecían o porque de alguna u otra manera los libertarios eran protagonistas o participes en el mismo. Este que hoy traigo aquí se ubica en esta última categoría. Y sin embargo, pese a que es otro de esos libros de lectura rápida, tiene unas cuantas cualidades que a mi parecer le permite destacar por encima de sus semejantes.

Me estoy refiriendo a El espejo negro, de Alfonso Domingo. El autor es un viejo conocido que ya había escrito algunos libros notables, aunque quizás menos conocidos como la biografía novelada de Melchor Rodríguez, el Angel Rojo, quien fuera alcalde anarquista de Madrid durante la guerra y máximo protagonista de la finalización de las sacas durante la misma.

Este Espejo negro tiene todos los ingredientes de una novela de intriga al modo de Dan Brown y otros de sus secuaces. Una misteriosa pintura de El Bosco desaparecida tiempo atrás, un especialista en arte dispuesto a encontrarla, coleccionistas sin escrúpulos, referencias esotéricas a la alquimia, la quiromancia, la piedra filosofal y la nigromancia. Aunque quizás la presencia del Conde de Saint Germain, sea ya un poco exagerada y quizás sobrante. Es decir todo el catálogo de obviedades que suelen estar presentes en este tipo de novelas.

Pero hay otra serie de datos que le hacen destacar por encima de la media. En primer lugar esta bastante bien escrita, y esto que parece normal no lo es en muchas ocasiones en este tipo de literatura. Tiene una estructura abierta y en ocasiones bastante trabajada. Hay bastante trabajo de documentación no sólo en cuanto al tema de El Bosco y el mundo del arte, sino también en los periodos históricos por los que transcurre, desde los comienzos de la II Guerra Mundial en Holanda hasta el periodo histórico de El Bosco u otros. Incluso me atrevería a decir que las páginas en las que se narra los últimos días de vida de Felipe II son notables. Y también el tema de los campos de concentración, el ocaso del régimen nazi, la presencia de españoles en campos de concentración son más que aceptables. La referencia al para muchos desconocido dato de que Largo Caballero también estuvo preso en uno de estos campos. Aunque lamentablemente para muchos quizás la propia figura de Largo sea ya desconocida.

Y sí, hay un personaje que es libertario. Viejo luchador de la Guerra Civil sigue un poco también el papel obvio que suelen recibir en la literatura, idealista, inteligente, luchador hasta el último minuto., aventurero. Pero está tratado con respecto, cercanía y diría sin temor a equivocarme que reconocimiento. Y no es por esto que destaque el Espejo Negro. Creo seriamente que tiene su valor propio como novela. Así lo ha reconocido el Ateneo de Sevilla que le ha otorgado su XLIII Premio de Novela. Habría eso sí que saber cual era el valor de las premiadas anteriormente, cosa que sinceramente desconozco.

El Espejo Negro está editada en Algaida.

jueves, diciembre 08, 2011

The Sonics, clásicos a la altura


El otro día acudí sin grandes pretensiones a ver a The Sonics en el Rock Star barakaldés. El no tener grandes expectativas siempre ayuda y en este caso volvió a tener sentido la jugada. Cuando llegamos The Sonics ya habían empezado su set, pero aún así todavía pudimos disfrutar durante un buen rato de su concierto.

La formación ya no es la que en 1963 revolucionó con su sonido distorsionado, sus gritos y esos ritmos tan característicos la escena musical del momento, aunque continúa la base más estable: teclado, guitarra y saxofón. El sonido fue poderoso, la edad de los miembros de la banda no fue óbice para disfrutar de su sonido y la voz de los cantantes estuvo a una altura bastante digna. Así que pudimos disfrutar de clásicos como Louie, Louie; The Witch o Psycho.

No hay mucho más que decir, pero tampoco fue un concierto mínimo. Fue cuanto menos digno y eso a la edad de sus componentes no es poca cosa. Y siempre nos quedará el recuerdo de haber podido disfrutar de una de esas bandas que desde el segundo plano tendría gran influencia en el posterior desarrollo del garage, el punk, el hard rock o incluso el grunge. Allí estuvieron y nosotros estuvimos disfrutándolo. Buen recuerdo sin duda.