lunes, febrero 21, 2011

Troublemakers Blues Review, version(e)a que algo queda


Hay buenos productos que no hacen sino dejarme frio. No es cosa ni de la presentación, ni de la calidad del producto en sí misma. Puede ser las circunstancias que concurren alrededor las que no consigan ponerme a tono. Tampoco creo que calificarlo como producto sea justo en sí mismo. Es sólo una forma de hablar.

El pasado sábado tuve la oportunidad de ver a Troublemakers Blues Review y esa fue la sensación que me quedó finalizado el concierto. Nunca había visto la sala tan llena, pero desde luego pensé que no era la mejor actuación que nos habían ofrecido. Es lícito pensar que la presencia de un músico mediático como Lichis cantando en una banda de blues atrajo a la sala a algunas personas que de otro modo no se acercarían a un concierto de blues. O no al menos en su pueblo.

Lo que vimos fue un formato acústico con un muy buen guitarra, Julian Kanevsky que ha trabajado con Calamaro o Fito y Fitipaldis que fue entrando en calor a medida que evolucionaba el concierto; a un gran armonicista, Manolo del Campo con una gran trayectoria como músico colaborador de otras bandas y que al parecer es también componente de Def Con Dos ; y a Lichis cantando más que correctamente y con una guitarra entre las manos para tenerlas ocupadas.

Pero la pregunta es si en realidad tres buenos músicos no podían haber ofrecido algo más que limitarse a versionar mecánicamente a leyendas del género desde Howlin Wolf hasta Muddy Waters. ¿Era eso todo lo que podían ofrecer? Una versión totalmente aséptica y olvidable del Black Dog de Led Zeppelin? Hubo, es cierto, mejores momentos como la interpretación del siempre sorprendente J.J. Cale. Pero el pensamiento que me ronda la cabeza todavía 48 horas después es que este mismo circuito hemos visto cosas mucho más vivas, pasionales, entregadas y sorprendentes que Troublemakers Blues Review y que, nunca, lamentablemente la sala estuvo tan llena….

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