martes, julio 03, 2007

Los libros arden mal


La última novela de Manuel Rivas es muy distinta a sus anteriores trabajos. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que es la novela de la ciudad de A Coruña.
Es distinta, pero sigue siendo el mismo Manuel Rivas de escribir suave, una literatura preciosa, que fluye como la sangre por las venas, naturalmente, sin estridencias, con un ritmo cadencioso, pero elegante, fino, sutil. Como un buen vino se desliza por la garganta, acariciándola.
Los libros arden mal es una novela bellisima. Con pequeñas historias dentro de su argumento que nos acompañan durante la lectura de sus 600 páginas. Para facilitarnos el viaje. Algo que es característica habitual del autor, ya presente en anteriores trabajos.
Y sin embargo, se nos antoja mucho más ambiciosa que su obra anterior. Una estructura trabajadísima en la que en ocasiones aparecen personajes que no serán presentados al lector hasta la lectura de capitulos posteriores, con frecuentes saltos en el tiempo hacia atrás y hacia adelante. No obstante hay quizás algunos atrevimientos que se nos antojan excesivos, como la falta de concordancia en algunos pasajes, que probablemente, solo pueden permitirse autores consagrados. Pero aún asi es un libro de lectura más que recomendable.
Y como en anteriores obras de Rivas, ahi está el movimiento libertario gallego. Si antes fueron los profesores rurales, o el lápiz del mismísimo Jose Villaverde, ahora es el momento de los Ateneos Libertarios y sus gentes, sus bibliotecas arrasadas y quemadas en hogueras por los recién alzados en armas fascistas como si de una orgía de sus admirados nazis se tratara. Libertarios jovenes y mayores, trabajadores, boxeadores, etc.. Multiples personajes que murieron o fueron perseguidos por creer y defender un mundo mejor. Y junto a su humanidad y el valor de la amistad, la arrogancia y prepotencia de los vencedores (jueces, censores, policias, mafiosos, intelectuales...)
Papel estelar, como anteriormente lo tuviera el lápiz de Villaverde, para un volumen de El hombre y la tierra de Eliseo Reclus, rescatado por Polca, uno de los personajes, de entre las llamas. En definitiva nuevo reconocimiento para los perdedores de entre los perdedores. Los grandes olvidados
Los libros arden mal, pero arden, tristemente. No deberías de perder la oportunidad de leer este libro.

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