Cyril Pedrosa ha acumulado premios con su Portugal. Y aunque es ya un comic muy conocido y que tiene unos añitos, no me puedo resistir a escribir unas pocas líneas sobre el mismo.
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La apatía de un dibujante de comic, a punto de perder su creatividad, su pareja y casi que su interés por la vida, retorna poco a poco tras un viaje puntual a Portugal que le empujará a sumergirse en las peculiaridades de su familia. Su familia actual y la generación anterior, la de sus ancestros que llegaron, como tantos otros, desde Portugal para trabajar en Francia.
En realidad el comic deja muy abiertas tanto las relaciones actuales y sus peculiaridades como el misterio originario de la saga familiar. Incluso cabe preguntarse si existe misterio o no. Aunque una última conversación del protagonista abre una puerta a una nueva incógnita.
Como decíamos un álbum bellamente ilustrado, bellamente coloreado y que denota un profundo amor por Portugal. Pero un amor que se expresa delicadamente, simplemente con un bello recurso como es el de las conversaciones aleatorias captadas en cada calle de o de la aldea, las relaciones esporádicas con la gente y la familia. Esa saudade portuguesa que se refleja en algunas escenas y esa musicalidad de su idioma y la cercanía de su gente.
Lisboa
Un comic parta disfrutar en la forma, quizás un poco menos en el fondo. ¿Pero no se trata acaso de imagen?