No estoy muy acostumbrado a leer literatura étnica. Ni siquiera sé si este es un calificativo adecuado en este caso, o si se puede calificar de esta manera algún tipo de literatura. Pero lo cierto es que entre varios libros que estaban frente a mí, me llamó la atención Americanah, con ese subtitulo en su portada Una novela sobre el amor, la raza… y el pelo afro.
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Y la verdad es que Americanah ha sido para mí un grato descubrimiento. Rica a nivel literario y casi más interesante como fuente de información sobre una realidad cercana, pero a la vez muy lejana. Lo cierto es que literariamente tiendo a pensar que, en cuanto a estructura, es el tipo de novela que se aprende a escribir tras asistir a un buen curso de escritura creativa. Es decir, dinámico, equilibrado, con los oportunos saltos; pero quizás un poco demasiado al pie del canon de la literatura en serie actual. Pero eso sí, la humanidad de lo que cuenta, lo interesante del analisis sociológico (quiero creer creer que muestra magníficamente la realidad de una gente y un país) la convierten en una gran novela. Los anhelos y sueños de la gente corriente, independientemente de su condición economica, su raza y su origen.
En todo momento lo que cuenta es creíble y llega al lector. Emociona, entretiene, atrapa. Tanto la primera parte con una Nigeria en manos de militarotes, empobrecida y corrupta. El análisis de la realidad estadounidense desde la perspectiva de una recién llegada. Alguien que se da cuenta que es negra cuando llega a los EE.UU. y todos, racistas y antirracistas, se empeñan en recordárselo. La dureza de ser emigrante sin papeles en el Reino Unido. Y el regreso a la nueva Nigeria. Enriquecida, tierra de oportunidades, pero igual de corrupta y exhuberante.
Para mí sin duda el análisis de cada lugar y momento en los que se ubica la acción es lo mejor de la novela. Pero también hay una historia personal. Una bonita y dura historia de amor entre Ifem y Obinze. Una historia de amor que nace, que crece, que se deshace y que vuelve a rehacerse sin saber muy bien cómo terminará. Y eso es lo que resuelve la última parte de esta destacada novela, cuya lectura me ha producido placer e inquietud, curiosidad y reflexión al mismo tiempo.
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