domingo, enero 27, 2013

Corizonas, rozando la excelencia

Hace unos años escribí una entrada en este mismo blog reseñando un concierto de Los Coronas y Arizona Baby al comienzo de su gira Dos bandas y un destino. Yo que ya había visto a Los Coronas alguna vez y tenía altas expectativas de lo que podía ofrecer Arizona Baby escribí que había sido una gran experiencia. No sabía entonces, quizás ni ellos mismos lo preveían que de esa colaboración iba a surgir una empatía tan grande que llevara a la fusión temporal de ambas bandas para formar Corizonas y que incluso dejaría resultados tan óptimos con The news today. Un disco más que solvente.

El caso es que ahora en lo que parecen ser los últimos coletazos de la gira surgida tras la publicación de este disco se presentaba una nueva ocasión para disfrutar de Corizonas en directo. He de reconocer que yo soy mucho más fan de Sex Museum que de Los Coronas. Pero ver a Corizonas en directo es un autentico lujazo. Da igual que, como en esta ocasión, el recinto fuera un teatro lo que obligaba en principio a estar sentado, a no poder beber, etc. Fue otro modo de disfrutarlo quizás más tranquilo, pero con una acústica perfecta, una gran pantalla sobre la que se proyectaban los audiovisuales compuestos para cada tema.... En definitiva una delicia.

De una profesionalidad asombrosa todos y cada uno de los componentes, grandes intérpretes, con un buen gusto particular para exprimir al máximo cada instrumento.... De verdad que hay poco que se pueda añadir. Sólo por disfrutar de esa forma de tocar el bajo y la batería, vale la pena acercarse. El resto de componentes por supuesto no se quedan atrás.

Corizonas divierten y lo que es más importante se divierte ellos. Y es por eso son capaces de transmitir esa complicidad al espectador, de una forma que muy pocas bandas pueden realizar. Lo digo claramente. Corizonas son uno de los mejores directos que se pueden ver en el Estado. La calidad de su disco es suficiente; pero no un gran disco. Donde Corizonas marcan la diferencia es en el directo. Ahí, sobre las tablas, creo que son muy pocas las bandas que se les pueden acercar siquiera... Habrá grupos que nos gusten más, pero hay que rendirse a la evidencia. Su directo es único.

En mi época de universitario tenía un profesor que explicaba que nunca ponía 10 en un examen porque decía que todo era mejorable. En el caso de Corizonas es lo mismo. En el titular digo que rozaron la excelencia, porque sería injusto, especialmente para ellos, aseverar que ya lo han hecho. Son unos auténticos profesionales, músicos de primera, soberbios intérpretes y creo que ellos mismos estarían de acuerdo conmigo en que son los primeros interesados en tratar de dar una vuelta más a la tuerca para exprimir su propio potencial.

En un pequeño pueblo de provincias, un viernes lluvioso de enero, recién llegados de Australia una gran parte de los componentes, con el público sentado en sus butacas, Corizonas podrían haber ofrecido lo justo, cumplir el expediente, plegar velas y marcharse. Y sin embargo lo que vimos fue un conciertazo de esos que quedan impresos en la retina de quienes nos acercamos al Ermua Antzokia. Las sonrisas en la boca del respetable cuando abandonamos el recinto lo dejaban bien claro.

Por el camino todos los temas del disco, sus peculiares versiones de Black Sabbath, Neil Young, Pink Floyd, un tema en italiano que sólo se lo había escuchado tocar a The Lords of the New Church, en inglés obviamente; un final apoteósico con una versión funky-discotequera del Danger, High Voltage. Unas dos horas de concierto. Una gran experiencia. Lo dicho, excelentes Corizonas...

viernes, enero 18, 2013

César debe morir, una gran película

No suelo comentar habitualmente películas porque lo cierto es que las críticas de cine están bastante presentes en la red. Pero siempre hay alguna película que le conmueve a uno de forma más profunda o que destacan por uno u otro motivo. 

Sin duda César debe morir de los hermanos Taviani es una de estas películas. Lo cierto es que no se puede decir que los medios hayan pasado por encima de esta película. Ganadora de la Berlinale del año pasado y de varios David de Donatello en Italia, César debe morir tiene todo el prestigio artístico que se merece. Pero ya sabemos que los multicines y la mayoría de espectadores no le dan mucha importancia al prestigio. 

Y sin embargo esta película merecería una oportunidad. Experimento visual y artístico, la película recoge los ensayos de un grupo de presos en la cárcel de alta seguridad de Rebibbia que están preparando la representación del Julio César de Shakespeare. Presos con delitos de sangre, algunos con cadenas perpetuas se introducen en el papel de César, Bruto, Casio, Marco Antonio...

 La profundidad de los textos de Shakespeare combinadas con la desolación de quien se sabe preso para décadas en el mejor de los casos, dan como resultado representaciones profundas, solidas, que impactan como un puñetazo en el consciente del espectador. Si a ello le sumamos una estructura muy dinámica, sorprendentes localizaciones en diversos escenarios de la prisión en la que se van representando las diferentes escenas y la sabia utilización del blanco y negro y el color; el resultado es impresionante. 

Además la mente del espectador se divide entre la profundidad de la tragedia representada, la lucha entre la fidelidad y la libertad. La ambivalencia de César como patriarca y estadista de Roma o como dictador y futuro tirano. Las dudas sobre la traición de Bruto y Casio o su sacrificio como amantes de la libertad. Todo ese drama que viene marcando el subconsciente histórico de Occidente desde decenas de siglos, se entremezcla con la crueldad de la cárcel. El castigo insufrible de privar a un ser humano de la libertad expresado con toda su crudeza, y las dudas sobre qué se debe hacer con un asesino confeso…. Con los límites de la inhumanidad. De los convictos y de la sociedad. 

Todas esas reflexiones, como un torrente se entremezclan durante poco más de 70 minutos para pergeñar una película de mucho gramaje. Una gran película que finaliza con la reflexión de quien representa a Julio César: Desde que conozco el arte, esta celda me parece una prisión. Altamente recomendable.